COVID afecta decisiones médicas. 29.

Dr. Ignacio Espinosa. Médico Internista. Tels: 782 82 2 6352 y 782 888 0056.

Si la sociedad en general esta “apanicada” por la contingencia actual de salud, que ya cumplió un año, no menos “apanicados” estamos los médicos por un posible contagio, ante cualquier paciente que solicita nuestros servicios. Esta neurosis social, rayando en la psicosis en muchos casos, en parte, está influencia por la infodemia.

 

¿Qué es la infodemia de la que habla la OMS?

 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) lleva tiempo usando la palabra infodemic(infodemia), para referirse a la sobreabundancia informativa falsa y a su rápida propagación entre las personas y medios. Recientemente, el  director general de la OMS, señaló, con motivo del coronavirus, que: la gente debe tener acceso a información precisa para protegerse a sí misma y a los demás, la  desinformación sobre el coronavirus podría ser más contagioso que el virus mismo.

Ni duda. Reafirmo yo.

Siempre que escribo un tema trato de cotejar mis puntos de vista con libros y con el “Dr.Google” buscando información confiable (https://medlineplus.gov/spanish/healthtopics.html) verificando las fuentes de información  y la credibilidad de quien informa, sea médico o periodista. En oncasiones cotejo mis puntos de vista con las experiencia de otros colegas de mi especialidad y otras.

El tema de la DESATURACION O HIPOXIA CAUSA TERROR, publicado el pasado martes 26 de enero, lo compartí con un golega internista de mi generación de medicina, el Dr.Fernando Ramírez, quien fue director Médico en un Hospital de Cerro Azul Ver. y comparto textualmente su comentario, producto de su larga experiencia:

“Excelente artículo, amigo Nacho, con un razonamiento y exposición lógicos y comprensible por los legos y médicos. Siempre es necesario orientar adecuadamente a la población con este tipo de artículos. Me acorde del Dr. Perea maestro de Clínica Propedéutica que nos llevó un día a la sala de mujeres del Hospital Serdán,  el Dr. Juan Capallera llegó con una radiografía de pelvis y le dijo «Maestro, esta señora tiene una fractura de pelvis» y le señaló una señora que estaba agachada al lado de la cama, buscando algo, y el Dr. Perea tomó la placa, le aventó a un lado y le dijo «que no ve que esta señora no puede tener una radiografía de pelvis, ¡busque a la dueña de esta placa». Usó el razonamiento lógico y nos dio una enseñanza diciendo después (y esto lo decían la mayoría de los profesores): si la Clínica y el laboratorio no coinciden, repitan el laboratorio y si no coinciden repitan la historia clínica y el laboratorio. Como dices, debe haber una congruencia entre los datos clínicos del paciente y los estudios complementarios, en este caso la oximetría, que como bien expones, pueden no coincidir por múltiples causas. Del estudio que refieres del paciente debe ser integral, incluye una historia clínica completa (sistémica), y sistemática (que sigue un orden o un sistema)”. Hasta aquí mi colega.

Y viene a mi memoria activa otro caso reciente y dramático de hipoxia. De una ciudad del altiplano, un lector de www.kiskesabe.com,  solicitó mi apoyo y orientación médica telefónica y por WA. A su padre, de 68 años la estaban tratando daño renal por el método de hemodiálisis (riñón artificial), indicada y supervisada por especialista en nefrología. En una de las sesiones, hace unos dos meses: llegó caminando y en buen estado general a sus sesión correspondiente. Al terminar la sesión dialítica el paciente se sintió muy mal. El médico tratante no estuvo presente durante el procedimiento, dejó indicaciones por vía telefónica al personal de enfermería del sanatorio privado. En el momento de la complicación, un familiar intentó comunicarse con el especialista, no lo localizó y me llamó por teléfono, ya tenía antecedentes precisos de su problema desde meses antes, le pregunté algunos datos y deduje que tenía algunas de las complicaciones inmediatas de la diálisis, le comenté las más frecuentes; desequilibrio de líquidos y electrolitos como el sodio y potasio con deshidratación, lo más viable porque no estaba hinchado antes de la diálisis. Sugerí que solicitara a la enfermera información de sus signos vitales con el fin de poder apoyarlo en tanto se presentaba el especialista. Dice la enfermera que tiene baja la presión, y que está desaturando (oximetría) y que esta muy mal, desorientado, confusión mental, somnoliento. Ni duda, me dije, esta deshidratado por la diálisis y obviamente con presión baja hay desaturación de oxígeno por falla de perfusión sanguínea, como complicación de la diálisis.  Dile a la enfermera que le pase líquidos a chorro por la vena mientras llega su médico. Obvio, no aceptó la sugerencia. Finalmente localizaron al médico, por teléfono habló con la enfermera, ésta informó que estaba desaturando y sin “más ni más”, el especialista se comunicó con el familiar y le dijo que su padre tenía COVID, que lo sacara del hospital privado y que lo llevara urgentemente a un hospital COVID.

A pesar de mi información de que era imposible que tuviera COVID, que ¿apareció inmediatamente después de la diálisis? ¡Increíble!, el especialista no aceptó ni reconoció que el hijo del paciente le dijera que lo más razonable era pensar en complicación inmediata de la hemodiálisis y que acudiera a atenderlo. No reconoció esta posibilidad, le dijo que eso no era posible. Nunca se presentó al sanatorio y el paciente murió en pocas horas.

La psicosis está obnubilando la mente de tirios y troyanos, legos y profanos, curanderos y médicos especialistas.

¿Se imaginan cuantos dramas están viviendo los pacientes y familiares? ¡Y nosotros los médicos!