Hemoglobina glicosilada mortal.

Procuro, cotidianamente, leer información controvertida de diferentes fuentes y cotejar esa información con respecto a varios temas de salud, para comparar diversas opiniones contrarias con mi experiencia clínica, deduzco conclusiones personales, compartirlas con mis pacientes y con quien tenga la osadía de leer esta columna o de escuchar mis comentarios por la radio en vida romántica 109, los viernes por la mañana. Lo anterior, con el fin de orientar veraz objetiva e imparcialmente a mis “dos lectores y medio” y con ello hacer con esta información, lo que más convenga a sus intereses.

La teoría: El estudio ACCORD (Acción para Controlar el Riesgo Cardiovascular) incluyó 10,251 pacientes con diabetes mellitus tipo 2, con alto riesgo cardiovascular, y como principales factores de riesgo: hipertensión, hipercolesterolemia y obesidad. Ambos grupos tenían valores promedio de hemoglobina glucosilada en 8% y se asignaron al azar a recibir tratamiento intensivo con el objetivo de reducir el nivel de HbA1c por debajo de 6%, contra un tratamiento convencional para mantener la HbA1c entre 7 y 7.9%. Se concluyó, luego de 3.5 años de seguimiento, que utilizar un tratamiento intensivo para lograr niveles de HbA1c más bajos aumenta la mortalidad por complicaciones agudas propias de bajones bruscos del azúcar (coma por hipoglicemia) y caídas mortales por trauma cerebral o fracturas de cadera, entre otras, y no reduce los eventos cardiovasculares mayores, lo que llevó a terminar el estudio en este grupo de pacientes 18 meses antes de lo previsto.

El texto anterior corresponde al siguiente enlace.

https://www.medigraphic.com/pdfs/medintmex/mim-2009/mim093g.pdf.

         La práctica: Hoy, (lunes 14 abr 25), en el momento de pergeñar este texto, me interrumpió la presencia de un paciente diabético descontrolado por varios meses a quien vi por primera vez  hace dos meses con 250 miligramos de azúcar, le ajusté la dosis al alza del medicamento que ingería y en el momento actual con azúcar de 130 miligramos me comentó que ya se sentía mejor pero que un amigo le comentó que porque yo, si soy especialista, no le solicité la medición de hemoglobina glicosilada o glucosilada (ambas formas son correctas) “kiske” porque esto es mejor para controlar el azúcar.

         Procedí a leerle el párrafo previo que estaba elaborando, recalcándole el riesgo de utilizar la hemoglobina glicosilada, provocando bajones bruscos del azúcar y muertes.

         _¡Pasumadre Doc!_ Exclamó con sorpresa_ Es cierto lo que me dice, un cuate mío, vecino le sucedió eso exactamente, su azúcar estaba ligeramente alta, casi normal y la hemoglobina glicosilada elevada y le aumentaron el medicamento para bajar y normalizar el azúcar, que debía tener en ayunas lo que marca el laboratorio, entre 60 y 110 y de buenas a primeras, que se cae bruscamente desmayado golpeándose la cabeza, me tocó apoyar al vecino para llevarlo al hospital, certificaron que el azúcar era muy baja, menos de 50 miligramos, pero como seguía inconsciente después de normalizar su azúcar, le hicieron una tomografía del cerebro, le encontraron fractura de cráneo y una hemorragia cerebral, ya no despertó y murió dos días después. Me impactó mucho, porque unos días antes nos habíamos echado una chelas con una carnita asada, con las familias, lo que hacíamos con frecuencia. La neta que bueno que me comenta esto que está escribiendo, me viene como anillo al dedo.

Cualquier semejanza con otros casos semejantes (he observado muchos), no es coincidencia es real, una relación de causa efecto directa entre nuestras decisiones terapéuticas, con la salud o la muerte de nuestros pacientes…