COVID 19, sembrando COVID. 11
Dr. Ignacio Espinosa. Medico Internista. Tel: 82 263 52. Cel: 782 888 0056.
Ante un inédito suceso como el actual, con la amenaza de muerte, ha surgido una sobredosis mediática informativa que conlleva una amenaza para la salud mental ante la incertidumbre de no contar con un tratamiento especifico o una vacuna preventiva y esta crisis se manifiesta tanto en la sociedad sana o enferma y en el ámbito político, así como en los medios de información y surgen rumores, especulaciones que en ocasiones rayan en lo fantástico. Y nada fantástico es pensar en nuestra muerte por un insignificante bichito que causa el COVID.
RUMORES: en nuestro medio regional hay rumores de que se están certificando como muertos por COVID, a personas que realmente mueren por otras causas, y que incluso les ofrecen dinero.
UN PACIENTE DEL DF me comentó por WSapp lo siguiente: «Conozco varios casos de personas que les pagaron para hacer pasar por víctimas de Covid (sic), y ahora, cualquiera que esté enfermo de gripa, ya es tratado como paciente de Covid, y aunque sea atropellados, le ponen en su acta de defunción que murió de Covid u otras causas incluso de muerte violenta”
Hace unos días, otro paciente me comentó: y les ofrecen hasta 40 mil pesos.
Ninguno de estos comentaristas ha mencionado de parte de quien reciben esos ofrecimientos. Como esta la situación política y económica mundial y local, deben ser muchos factores los que propician estos rumores.
Rumor se refiere aun ruido confuso de voces, deriva del latín, rumoris: ruido, rumor, habladuría. Cuando el río suena, piedras trae. Reza un refrán. Lo que significa que los rumores pueden tener fundamento.
Estos rumores me remontaron allá por 1972-74, siendo residente de Medicina Interna en el CMN, hoy hospital siglo XXI. Hubo un brote agudo de fiebre tifoidea, que normalmente evoluciona en forma benigna con fiebre durante unas dos semanas, con diarrea leve, se trata con antibióticos y ocasionalmente se necesita hospitalización por alguna complicación rara como la perforación intestinal, y el tratamiento es ambulatorio, es una enfermedad autolimitada, es decir, que si no se complica se cura sola porque es muy resistente a los antibióticos.
Bien, en esa ocasión como residente, debíamos realizar las historias clínicas de todos los ingresos al servicio de medicina interna. Empezamos a recibir casos graves de adultos jóvenes con fiebre, diarrea, náuseas, vómitos, dolor abdominal intenso, ictéricos (derrame de bilis), deshidratados, insuficiencia respiratoria, presión arterial baja, confusión mental, un estado de CHOQUE SEPTICO grave por la infección que se había diseminado a varios órganos internos y muchos de ellos se tenían que operar porque tenían peritonitis grave por perforación de intestino o colecistitis sin cálculos, y muchos de ellos se les perforaba también la vesícula. La mayoría de ellos morían por la septicemia grave (infección de la sangre). Ah y desesperadamente utilizábamos antibióticos, derivados de la cortisona como antinflamatorio, los mismos que se están utilizando ahora en COVID como “novedosos”, a veces anticoagulantes (heparina), como tratamiento de sostén, con pobres resultados. Los pacientes eran del DF y sus alrededores. Y llamó la atención porque el CMN era para casos selectos de enfermedades raras, la fiebre tifoidea es de los pobres y se atendían en las clínicas periféricas
Bien. Recuerdo que en todos esos casos, habían iniciado su grave enfermedad infecciosa, unos días después de haber recibido una vacuna que por primera vez se empezó a utilizar allá en el DF y los estados circunvecinos: VACUNA CONTRA LA FIEBRE TIFOIDEA.
Nuestros diagnósticos de residentes, en aquel tiempo, los médicos de trinchera, fue: FIEBRE TIFOIDEA CON CHOQUE SEPTICO, SECUNDARIA A LA APLICACIÓN DE LA VACUNA PARA LA FIEBRE TIFOIDEA. El problema era inédito, porque antes de esa vacuna, los casos eran poco frecuentes, leves o moderados, pero rara vez graves.
Unos días después en que estaba la crisis aguda y hospitales saturados de casos graves, nos llamaron a una junta especial: que ya no escribiéramos el diagnóstico de fiebre tifoidea secundaria a la vacunación, porque se había descubierto que en realidad se había contaminado el sistema de agua potable por algún drenaje roto. De los expedientes desaparecieron nuestros diagnósticos en relación a la vacuna. Nuestro jefe de medicina interna, de cuyo nombre no quiero acordarme, en aquel tiempo nos confió que teníamos razón en nuestra apreciación diagnóstica, pero que por órdenes “de arriba” había que cumplir esa disposición.
¿Será posible, para los políticos de estos tiempos siembren virus donde no hay? En tanto siembren COVID en cadáveres, no hay problema, lo es, si este virus fue sembrado intencionalmente en vida.
Las vacunas son bacterias o virus atenuados o modificados que se introducen en el cuerpo humano para provocar una “enfermedad chiquita” para entrenarlo a defenderse con la formación de anticuerpos específicos. Y en la elaboración de vacunas, se pueden cometer errores.
En aquel tiempo, como residentes, en la trinchera, nos sentimos satisfechos profesionalmente, de lo que hicimos, con nuestras limitaciones. Para mi fueron grandes enseñanzas del quehacer médico. Las decisiones de los administradores del sector salud o de los políticos, no afectó en lo más mínimo nuestra actitud para con los pacientes, seguimos trabajando con el principio esencial de la política y la medicina: primero no dañar. Allá los políticos con su conciencia, de acuerdo con sus intereses. Y apoyado en la lógica formal de Aristóteles recurriré a un silogismo:
Premisa 1: el hombre es un animal político (zoon politikon)
Premisa 2: el gobernador y el médico son hombres.
Conclusión: el gobernador y el médico son animales políticos.
Es responsabilidad individual, ser más político que animal.
El rumor de sembrar COVID en muertos por otras causas: ¿es real? ¿sabotaje politiquero clientelar electoral? ¿por conflictos de interés entre la súper poderosa industria farmacéutica, los gobiernos y el gran capital, y las organizaciones de salud de todo el mundo? En tanto no afecte el: primero no dañar, de los actuales médicos de trinchera, que a expensas de su salud están frente a frente al COVID; no debemos distraernos con los grillos de la política.
Los rumores pueden ser falsos o verdaderos. No hay de otra.
Un lema muy personal para ejercer la medicina, reza: si no puedes cambiar el sistema en el que ejerces, lucha por que ese sistema no te cambie a ti y de esa forma, aún con las limitaciones de cualquier ser humano, ofrecer a nuestros semejantes lo mejor de nosotros mismos.
Correo: [email protected].