COVID 19, modifiquemos lo modificable. 12.

 

Dr. Ignacio Espinosa. Medico Internista. Tel: 82 263 52. Cel: 782 888 0056. Opi.

Aristóteles nos enseñaque todas las acciones humanas tienen una o más de estas siete causas: azar, naturaleza, compulsiones, hábito, razón, pasión, deseo, no existe el destino, sino que lo que ocurre es un cúmulo de circunstancias. Algunas se pueden modificar a voluntad, otras no, concentrémonos en las primeras.

Abordo nuevamente el tema de los síntomas típicos y atípicos de COVID 19, con el fin de hacer algunos comentarios y aclarar la gran confusión relacionada con la sintomatología, la principal herramienta para diagnosticar el COVID y diferenciarlo de otras enfermedades. Esto, con el fin de disminuir el pánico actual de ante cualquier malestar ya esta el fantasma del COVID. Por supuesto, sin menospreciar la gravedad del problema y mucho menos descalificar las medidas sanitarias recomendables.

Recordemos que los síntomas típicos son los que aparecen con mayor frecuencia en determinada enfermedad y los atípicos son los menos frecuentes. También rememoremos que los síntomas típicos de una enfermedad, pueden ser atípicos en otra y que los atípicos de una enfermedad pueden ser típicos en otra.

El coronavirus solo puede replicarse en las células de las vías respiratorias. Por eso los síntomas son en realidad típicos de vías respiratorias. Los síntomas de aparato respiratorio son la tos, estornudos, rinorrea secreción nasal así como ronquera, disminución del olfato y del sabor, dolor de garganta y otros. La fiebre es un síntoma general y esta puede explicar dolores musculares, escalofrío y sudoración.

Se dice que los síntomas típicos de COVID son la tos, estornudos y fiebre. Pero esta afirmación en realidad es válida para diferenciarlo de enfermedades de otros órganos, porque en realidad esos síntomas son comunes a todas las enfermedades respiratorias agudas estacionales provocadas por unos cinco grupos de virus, incluyendo los coronavirus y otras bacterias.

Así, no es posible diferenciar con claridad a COVID, de otras infecciones virales respiratorias porque los síntomas son muy semejantes. Y este fenómeno es un tremendo foco de ansiedad, angustia y desesperación, de alarma, para los médicos y ya no se diga, para la sociedad, al borde de la esquizofrenia. La única prueba para diferenciar al COVID de otras enfermedades respiratorias virales es la prueba PCR y su resultado positivo o negativo con síntomas respiratorios, no modifica sustancialmente la conducta a seguir: la sana distancia.

Y otro detalle, todas las enfermedades respiratorias agudas siempre tienen el riesgo variable de evolucionar hacia la más  temida de las complicaciones, la neumonía con el riesgo latente de muerte.

Concretando: es imposible, al inicio de los síntomas respiratorios, diferenciar el actual COVID, de la influenza, la gripa y el catarro común y todas las lesiones respiratorias agudas. Esta es una de las causas del terror actual, ante el virus SARS-Cov-2, que produce la enfermedad llamada COVID-19, cuya característica principal es que uno o dos de cada 10 enfermos, puede evolucionar a neumonía mortal, aparentemente fuera de lo común.

Un dato para tranquilizar: más del 50% de los casos sospechosos con datos clínicos respiratorios y fiebre, y se les hace la prueba PCR:  son NEGATIVOS. Y de cada 100 casos positivos, el 90% se recuperan y 10% se mueren y de esos 10 hay que eliminar a los que murieron por otra causa pero certificaron que fue por COVID; de estos no hay números.

No obstante lo anterior, hacía mucho tiempo que a un brote agudo como el actual, no se le daba una difusión mediática como la presente, lo que en parte, nos ha conducido a vivir en un estado de pánico social fuera de lo común.

Cuando se empezó a mencionar a los síntomas de otros órganos como atípicos de COVID, aumentó la psicosis porque no se especificó que para decir que los síntomas de otros órganos son atípicos de COVID, la persona inició y debe presentar los llamados síntomas típicos. RESULTADO: si una persona sin fiebre ni tos ni estornudos se queja de diarrea leve, molestias prostáticas con ardor para orinar y frecuencia aumentada en la micciones, dolor de cabeza, o debilidad, general o disnea por ansiedad, ya esta pensando en COVID atípico y si acude a una clínica privada, puede ser víctima de la psicosis de los médicos ($$$$$$$) y ¡cuidado!

Esta psicosis social ha alterado la convivencia humana y la visión de médicos y enfermos, repercutiendo además en la especulación comercial cuyas víctimas son precisamente las personas que por cualquier síntoma, corren el riesgo de ser verdaderamente atracados con diagnósticos, tratamientos y solicitud de estudios por demás exagerados y de alto costo material y emocional. Le fabrican un COVID-19 a  un alto costo económico y emocional. Ejemplo: la prueba positiva de anticuerpos contra COVID, no es confiable, no es específica, ni define a COVID porque solo sugiere que pudo haber estado en contacto con algún coronavirus.

Parcialmente, realizar o no las pruebas es otra fuente del pánico, debiendo mencionar que esta enfermedad es de origen multifactorial: factores biológicos, sociales, políticos y económicos, igual que todas las enfermedades, y por tanto, un dato aislado, no es suficiente para establecer un pronóstico razonable.

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