Tipos de diabetes III.
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TIPOS DE DIABETES.
¿Está preocupado por el tipo de diabetes que usted o un ser querido padecen? No hay por qué, porque este mal tiene remedio, y si no tuviera remedio, tampoco habría porqué preocuparse.
Se acepta en general que diabetes en latín significa sifón (conducto) y melli= miel. Desde antes de Cristo se conoce esta enfermedad como “de un sifón abierto” porque el síntoma principal es la poliuria (mucha orina) refiriéndose a la cantidad de orina en 24 horas, cuyo promedio normal es de un litro, los diabéticos descontrolados pueden orinar más de dos litros en 24 horas, dependiendo de otros factores como la hidratación y la ingestión de agua. Hay que diferenciar polaquiuria que es aumento en el número de micciones, normalmente son unas 5 o 6 en 24 horas, también dependiendo de los factores de hidratación e ingestión de líquidos.
Poliuria, mucha orina en mililitros diarios. Polaquiuria, muchas micciones al día. Son signos diferentes con varias causas, a veces van asociados y en otras enfermedades son independientes o aislados. Polaquiuria sin poliuria, por ejemplo, es frecuente en infecciones urinarias.
Aunque la diabetes sacarina se describe desde unos 1500 años antes de nuestra era, en el Papiro de Ebers en Egipto, el más antiguo escrito sobre medicina, fue Areteo de Capadocia (hoy Turquía), en el primer siglo de nuestra era, médico griego que le dio el nombre de diabetes: sifón abierto.
La diabetes descontrolada, se caracteriza por tres “polis”: poliuria (mucha orina) polidipsia (mucha sed) y polifagia (mucha hambre) pero con o sin polaquiuria (muchas micciones). Ahora bien, si hay diabetes mellitus, es decir dulce o melosa, es que hay otro tipo de diabetes (sifón abierto), es la diabetes insípida: con poliuria (mucha orina) pero sin azúcar. Debemos diferenciar las dos, es fácil, una es dulce y la otra simple. ¿Por qué? Porque la diabetes mellitus es por elevación de azúcar en la sangre y cuando se eleva por encima de 180 miligramos o 200 es cuando rebasa la capacidad del riñón para retenerla en la sangre, pasa a la orina arrastra agua (diuresis) y otras sustancias (sodio, potasio…).
Hipócrates y Galeno en aquellos remotos tiempos tenían que probar la orina de los pacientes para confirmar la presencia de azúcar. ¡Uffff! Que bueno que soy Galeno de los de ahora. Algunos pacientes astutos han probado su orina y ni necesitan médicos especialistas dizque actualizados para certificar que son diabéticos.
Con frecuencia recomiendo a los pacientes que orinen donde hay hormigas, si estas se avorazan es que tienen más de 180 o 200 miligramos de azúcar en sangre, si reciben tratamiento y a la siguiente micción ya no se avorazan las golosas hormigas, su azúcar ya está en menos de 180, cifra muy segura sin peligro. Y al carajo con gastar 50 pesos en medir el azúcar y 400 pesos (si es que no los tiene) por la inútil, costosa y apantalladora medición de la comercial, hemoglobina glicosilada que solo nos informa que el azúcar estuvo alta en los dos meses previos, y desde mi muy personal punto de vista práctico, y con todo respeto para los superespecialistas, la medición del la hemoglobina glicosilada al enfermo no le aporta ningún beneficio objetivo, relacionado con el costo. Sí, con fines de investigación clínica académica a los especialistas les aporta beneficio, debemos cuidar que el costo no recaiga en los enfermos pobres… ni en los ricos.
Y precisamente, una de las premisas de la buena atención médica de alta calidad es la justicia: el médico debe luchar por una distribución justa y equitativa de los siempre limitados recursos sanitarios para conseguir el máximo beneficio al mínimo costo, sobre todo en nuestro medio con una sociedad pobre cultural y económicamente, cuidando de no hacer gastar de más a un paciente pobre, abusando además de su pobreza educativa, abusando de su ignorancia y lo más grave y perverso, abusar de la confianza que los enfermos depositan incondicionalmente en nuestra investidura profesional y sobre todo cuando se trata de un superespecialista a quien se le adjudica una perfección y honestidad en su quehacer que no siempre tiene relación con los títulos académicos.
Volviendo a la diferenciación de las dos diabetes. Decía que la diabetes insípida, del latín, insipidus= sin sabor; se caracteriza por mucha orina y mucha sed pero con hambre normal y a diferencia de la diabetes endulzada (mellitus), en la diabetes insípida el azúcar es normal. Mientras que la diabetes mellitus es por deficiencia absoluta o relativa de insulina, la diabetes insípida es por deficiencia absoluta o relativa de vasopresina (hormona antidiurética), formada en el hipotálamo del cerebro y almacenada en la hipófisis posterior. Como su nombre lo dice: hormona antidiurética porque actúa en los riñones donde controla la cantidad de orina por filtrar, que es en promedio un litro de orina diario. Normalmente en 24 horas por los riñones se filtran el equivalente a unos 180 litros de sangre, la hormona antidiurética hace que los riñones solo permitan el paso de promedio un litro de orina en 24 horas. Si por una lesión en el cerebro (tumor o infarto cerebral) no se forma esa hormona la orina aumenta a 3, 4, 10 litros dependiendo del grado de deficiencia. Esta es la deficiencia absoluta de esta hormona. Pero en otros casos, la secreción de esta hormona es normal en cantidad, pero los riñones no responden, con el mismo resultado, muchos litros de orina insípida.
Afortunadamente esta enfermedad es muy rara, el último caso que observé, hace ya varias décadas, era un hombre con un infarto cerebral por arterioesclerosis con trombosis, seguramente en el hipotálamo y la hipófisis, orinaba más de 6 litros de agua al día, respondió a tratamiento temporal con vasopresina (hormona antidiurética) y se recuperó al cicatrizar el infarto.
Y en lugar de preocuparse si su diabetes mellitus (sacarina) es de tipo 1 o tipo 2, para beneficio del enfermo esto no es trascendente, debe poner atención en saber si su diabetes es aguda o crónica, cual es el tratamiento ideal, si es curable o no y la evolución que podría seguir y en cuanto tiempo se pueden presentar las posibles complicaciones. En la próxima entrega veremos porqué.
Ay doc, que bueno que publica sobre la diabetes, yo le tengo muchisimo miedo, no se ni porque, no tengo signos de padecerla y tampoco mis papas la han padecido, pero con tanta información que nos dan, la mayoría de las veces horrible, me ponen los pelos de punta. Por lo que entendi a cualquiera le puede dar, teniendo o no factores de riesgo, pero yo no puedo estar tranquila si no hago ejercicio y me da un chin… de miedo comer, sufro cada vez que como algo que no es saludable, pienso que ya me va dar( la diabetes) y tanto que me fusta el cafe con pan😖 quedo al pendiente de la próxima publicación. Saludos.
Si no tiene diabetes, estás desperdiciando tu tiempo de vida en pensar en algo que no tienes. Cambia tu chip—-jejejejejeje
uy ojalá pudiera, pero nomas no jaja