Otro de diabéticos pero copeteado.
Tan frecuentes y tan desiguales son los diabéticos que parece imperioso publicar sus peripecias que pueden servir de orientación a otros enfermos diabéticos o con padecimientos distintos. Escribir frecuentemente de la diabetes como enfermedad puede ser cansado y aburrido, tanto para el que escribe como para el lector. Sin embargo, garrapatear las andanzas de cada paciente diabético por ejemplo, para este tecleador es una gran retroalimentación placentera e instructiva inigualable, principalmente por las enseñanzas que proporciona cada caso individual.
Un sujeto diabético de unos 60 años de edad, se presentó con una gran bolsa llena de cajas de diversos medicamentos que había ingerido en los últimos 9 meses antes de la entrevista.
__Doctor, vengo a que me diga si tengo remedio de mi mal, llevo 9 meses tomando un montón de medicamentos para mis dolores. Tengo 25 años con esa cochina enfermedad del azúcar. Ya estoy cansada de tomar medicamentos, estoy aburrida, a veces ya prefiero mejor morir porque esto no se me quita, ya mi estómago no puede más. Quiero que me diga la verdad si tengo remedio.__ Con una larga tanda de lamentos se presentó esta mujer cuyo aspecto era de una persona con cara de compungida, de sufrimiento, con los ojos de mirada triste, de desesperanza, ojerosa, hombros caídos, de andar lento y desganado, su lenguaje lento y voz débil, sin esa vitalidad que se manifiesta en sonrisa y otras manifestaciones de alegría del sujeto con afán de vivir la vida a plenitud.
__Por favor, dígame cual es su problema a ver en que puedo ayudarla. Veo que a pesar de que usted se siente muy mal y desea morir, cuando menos camina por si misma y depende de usted a diferencia de otros diabéticos que he visto, usted no se observa tan mal como refiere.__ Esbocé tratando de animarla pues a pesar de que traía compañía, dependía de ella misma.
__Mire Doctor, tengo dolencias en todo el cuerpo, siento como punzadas de alfiler, pero tengo un dolor en la pierna derecha que me corre desde la cintura, como si fuera toque eléctrico, a veces no puedo caminar del dolor pues me aumenta. También me duela la espalda como entumecimiento, siento que se me duermen las manos. Por las tardes siento que las piernas se me queman. Ya me han dado medicina para la “riuma”. Inyecciones, un montón de pastillas y nada, yo sigo igual. Vea la medicina por favor para que me diga porque no me compongo, estos son los medicamentos que estoy tomando desde hace 8 días en que me los cambiaron__ dijo mostrándome la bolsa de medicinas.
La bolsa contenía siete cajas de medicamentos diferentes, pero en realidad engullía diez fármacos diferentes ya que algunas eran combinaciones de dos sustancias: ingería cinco antirreumáticos, dos antibióticos; un fármaco para la circulación de la sangre, otro para su azúcar y otro para el colesterol.
Puesto que a pesar de esos medicamentos no había mejoría se dedujo que la, o las causas de sus dolencias no eran ni “el reuma”, ni infección, y mucho menos el colesterol. Por esa sintomatología el cuadro clínico encajaba en una muy probable NEURITIS DIABÉTICA PERIFERICA, complicación de la diabetes de larga evolución que explicaría casi toda la sintomatología dolorosa con las características descritas por la paciente. Ninguno de los medicamentos prescritos atacaba a la neuritis por eso es que no había respuesta.
Pero quedaba una duda con respecto al dolor que sentía en la cintura y que se corría a la pierna derecha, definitivamente también correspondía al tipo de dolor neurítico propio de la diabetes. Neuritis quiere decir irritación o inflamación de los nervios periféricos prolongación y conexión del sistema nervioso central con el resto de los órganos del cuerpo incluyendo la piel y los músculos. La neuritis tiene diversas causas, la más frecuente es la diabetes de larga evolución, pero también puede ser ocasionada por alteraciones mecánicas de la columna, por ejemplo, cuando las vértebras se aplastan una sobre otra puede haber hernia de disco intervertebral, el colchoncete que sirve como amortiguador de las vértebras, la hernia de este disco puede irritar las raíces nerviosas que salen de la médula espinal y se manifiesta por síntomas neuríticos semejantes a los de la diabetes y de otras enfermedades como el alcoholismo, tumores o fracturas.
Se explicó todo lo anterior a la paciente y su pariente, se solicitó una radiografía de las vértebras lumbares, (cintura) la cual confirmó además un aplastamiento de la cuarta sobre la quinta vértebra lumbar. El dolor de la pierna, el más incapacitantes tenía dos causas, la neuritis diabética y la neuritis secundaria a la hernia de disco por aplastamiento vertebral, probablemente secundario a la osteoporosis que produce el paso de los años, la etapa menopáusica y la misma diabetes.
Con la prescripción de medicamentos un tanto específicos para neuritis, haciendo notar que la respuesta sería lenta y que ameritaba varias semanas de tratamiento y vigilancia para ajustar dosis, dos meses después su sintomatología había mejorado en un 80% suficiente para mejorar su calidad de vida física y emocional. Aquel estado de depresión y decaimiento había desaparecido. Ahora la vida le sonreía y ella también.