Homosexualidad 5

Lesbiana viene del latín lesbius y nos aclara el amor homosexual entre mujeres. Viene al parecer de la isla Griega Lesbos, en la costa oeste de Turquía, frente a Esmirra, actual Izmir. Lesbos fue un centro cultural donde vivió la poetisa Safo y su pareja, el también poeta Alceo de Mitilene. Safo sentía atracción sexual por las mujeres, de ahí los términos lesbiana o safismo para la homosexualidad femenina.

No ha sido muy estudiada la homosexualidad en animales, pero ha de existir en diferentes especies, sobre todo en los mamíferos, obviamente debe ser puramente instintiva y no tan socializada como en el Homo eróticus. Dejemos que los animales se arreglen entre ellos y volvamos a nuestra homosexualidad, aclaro, me refiero a la homosexualidad del género humano.

Ya se comentó que biológicamente los órganos sexuales están diseñados por la naturaleza para la cópula pene-vagina, hembra-macho, positivo-negativo con fines reproductivos y mantenimiento y conservación de la especie.

El humano tiene la capacidad de socializar o intelectualizar el sexo y es capaz de abstenerse voluntariamente por tiempo indefinido durante meses o años sin problema alguno, o, al contrario, copular por placer, cuyo exceso se convierte en la llamada lujuria, con una connotación pecaminosa, del latín luxuria= abundancia extravagancia.

Ya nos decía Aristóteles, el placer y la felicidad se fundamentan en el justo medio en todas las actividades y funciones humanas, incluyendo el sexo. Los extremos pueden ser nocivos.

El hombre es capaz de mantenerse “casto y puro” por mucho tiempo si así lo decide, ya por preceptos religiosos o voluntariamente o por otras razones. Debe ser muy complicado cumplir con este precepto para los que se comprometen al celibato (abstención de relaciones sexuales).

En la palestra de la discusión esta si la homosexualidad se hereda genéticamente o se adquiere socialmente, si es enfermedad o es normal, si es o no una perversión, o una desviación o tendencia sexual. ¿Será una adicción?. De hecho, durante su historia, seguramente tan antigua como el hombre, semánticamente se le ha cambiado el nombre desde el coloquial y cacofónico puto, hasta el eufemismo actual de tendencia sexual o gay pasando por diferente epítetos según usos y costumbres lingüísticas de cada región.

En esta columna en cuatro entregas del tema, se han comunicado los diferentes tópicos y puntos de vista al respecto, tanto de especialistas en diferentes áreas del conocimiento médico social, cotejado con la limitada experiencia y observación personal del que esto escribe. Cada lector, se forjará su criterio de acuerdo con su entendimiento personal.

Ahora bien. Hace unos 30 años, durante las conmemoraciones decembrinas, llegó al servicio de urgencias donde laboraba, un homosexual con una botella de sidra, incrustada en el ano. Un cuadro humanamente grotesco y dramático, ver el amplio fondo de la botella dilatando el esfínter anal sin lograr su extracción por el efecto de succión que impedía tal maniobra. El sufrimiento de este sujeto y su familia era indescriptible.

De lo anterior surge una interrogante para reflexionar: ¿Se pueden considerar como biológica, emocional y socialmente saludables, algunas de estas prácticas, disque sexuales?

Obviamente, para los que argumentan el derecho de libre albedrío individual y que cada quien es libre de disponer de su cuerpo como mejor le convenga, se acaba la controversia.

No cabe duda, analizar el problema del homosexualismo, no deja de ser muy complejo. Se habla de la libertad individual de disponer del cuerpo como mejor le cuadre a un homosexual y hasta se legalizan “matrimonios gays”. ¿Porqué no se ha legalizado el aborto, que tantos daños mortales provoca, y así permitir a las mujeres disponer de su cuerpo como mejor les convenga? Porque los que dictan las leyes son hombres, y no sufren en carne propia los daños de un aborto y porque hay arraigados, poderosos prejuicios religiosos al respecto.

La homosexualidad es un verdadero dilema bioético, plagado de prejuicios científicos, religiosos y políticos.