Homosexualidad 3

Un estudio cubano, publicado en la revista de humanidades médicas de la ciudad de Camaguey (dic. 2002), coincide con otras revisiones analíticas, al concluir que no existen evidencias del origen genético, hormonal o en la estructura del hipotálamo, centro de los impulsos sexuales, relacionados con la homosexualidad.

El proceso de identificarse como homosexual se configura en la personalidad individual y la personalidad es el resultado del ambiente social en que se desarrolla cada individuo. Los primeros años de vida, período en el cual quedaría definida la orientación sexual, son cruciales de acuerdo con los estímulos dados por la familia y la sociedad.

Otra revisión bioética de la Universidad de Asunción Paraguay, coincide con otros autores en afirmar que no existen pruebas científicas confiables relacionadas con el tamaño del hipotálamo, concentraciones hormonales o pruebas genéticas para afirmar que el homosexual nace.

En esta revisión, la homosexualidad es considerada un desvío sexual y una neurosis. La asociación americana de psiquiatría ha eliminado, en el año 1973 a la homosexualidad como un trastorno sexual, pero al no haber evidencias genéticas de su origen, se están realizando estudios en el ámbito psicosociocultural y desde el punto de vista ético se considera el respeto a la persona que tiene atracción por el mismo sexo.

La afirmación de que el homosexual nace, no se hace, proviene de los medios de comunicación, de periodistas y de los llamados intelectuales, líderes de opinión, profanos en periodismo médico, sin asesoramiento médico, con fines más protagónicos y tendenciosos con prejuicios políticos y comerciales, es decir, sin la intención de ofrecer información veraz, objetiva e imparcial.

Reitero, en esta columna se expone un punto de vista médico, sin conflictos de interés comercial o religioso y partiendo de los conocimientos fundamentales de genética y fisiología normal de la sexualidad humana, pues no es posible discernir lo anormal, si no se cuenta con conocimientos de lo considerado como normal.

Desde que incursioné en aprender la fisiología humana normal, en los inicios de la carrera de medicina, hace 50 años, deduje que el homosexual se hace, no nace. Las teorías actuales, reafirman este concepto. Lo expongo para que lo sepan, no para que me crean.

La OMS, Organización Mundial de la Salud, contra viento y marea y contra el imperio, tuvo que reconocer que el sistema de enseñanza y de medicina en Cuba es de los mejores del mundo. En nuestro país no se puede aplicar ese sistema porque hay conflictos de intereses comerciales y políticos, por el momento inevitables.

En cuba los problemas humanos, la salud y la enfermedad se abordan con una visión sistémica: biopsicosocial. La homosexualidad y el SIDA se abordan sin conflictos de interés comercial, reconociendo que al mismo Fidel Castro, se le complicó abandonar la homofobia, hubo un tiempo en que persiguió a los homosexuales, al inicio de la revolución cubana, hace más de 50 años.

El enfoque psicosocial de la homosexualidad también tiene sus limitaciones por el hecho de la dificultad para estudiar a la homosexualidad sin los prejuicios religiosos y sociales que lo rodean. Las investigaciones ideales de estos temas son de campo, es decir, el investigador debe insertarse en el ambiente social y familiar del homosexual en estudio para obtener información confiable. Las encuestas, los interrogatorios con formatos de preguntas sobre temas personales de intimidad sexual, pueden tener el sesgo imbuido en el tabú sexual con respuestas falsas, que llevarían a conclusiones equivocadas. Por eso es que cada caso debe analizarse individualmente.

No obstante, algunos datos pueden justificar el predominio de lo psicosocial en el origen de la homosexualidad y se ubica en la infancia hasta la etapa de la adolescencia, cuando se manifiestan los caracteres sexuales secundarios, genéticos y hormonales, en todo su esplendor y bien definidos, etapa durante la cual tiende a definirse los impulsos psicológicos de atracción hacia el mismo sexo o hacia el sexo opuesto.

En las historias de personas que se sienten atraídas por otros del mismo sexo, se encuentran frecuentemente uno o mas de los siguientes datos en la dinámica familiar:

desequilibrio del padre en la infancia, percibido como padre hostil, distante, violento o alcohólico. Los padres no fomentaron la identificación con el propio sexo. La madre fue sobreprotectora criando a los hijos sin experiencias con tal de que no corran riesgos, limitando al niño para identificarse con su papel sexual. Madres necesitadas de afecto y exigentes con los niños. Madre emocionalmente vacía para las niñas. Falta de identificación de los hijos con sus iguales del mismo sexo. Aversión a los juegos por equipo en los niños. Abuso sexual o violación, mucho más frecuente de lo que se sabe. Fobia social o timidez extrema. Pérdida de un padre por muerte o divorcio. Separación de un padre en etapa crítica del desarrollo. Matriarcado: el varón aprende que la mujer es más poderosa, fuerte inteligente, deseando ser niña. La niña entiende que no haya hombre que pueda ser su compañía. Padre pasivo y ausente, física o psicológicamente. El niño no se identifica con su propio sexo. Madre sola. Niños con trato diferente, respecto a los otros hermanos. Solo le regañan y difícilmente le felicitan o animan. Baja autoestima y rebeldía o venganza: para avergonzar y causar dolor a los padres, se entregan a la vida homosexual, así se dañan para dañar a los padres. Todo esto muestra una familia disfuncional y una sociedad, también disfuncional.

Ya Segismundo Freud dijo: potencialmente, todos somos homosexuales. Basta de homofobia.

Bien dice un refrán español: caras vemos, cuerpos, no sabemos.

Y aún hay más.