El brujo o el doctor.

En infinidad de casos, al enfermo se le dificulta tomar decisiones propias y de una u otra forma durante la entrevista médica, trata de involucrar voluntaria o involuntariamente al médico, para que este asuma la responsabilidad de decidir lo que debe o no, hacer. Gran compromiso para el médico caer en este juego, puede salir muy mal parado.

Desde las montañas de nuestra bella sierra Totonaca una vez se dejó llegar a esta urbanizada ciudad una paciente de unos 30 años de edad con la que se entabló, palabras mas , palabras menos, el siguiente diálogo:

__ “Te lo vengo a ver, pá ver si tu me lo puedes curar”.__ Dijo la paciente con ese acento propio de nuestra raza de bronce, con la dificultad que tienen para hablar el castellano en la forma en que nosotros lo parlamos.

__A ver, dime que es lo que quieres que te cure__ Solté, con el mismo tuteo y desparpajo que ella impuso y que de ninguna manera interpreté como falta de respeto, como algunos sujetos piensan. Sin dudar, la paciente respondió prontamente.

__”Pos mira doitor. Lo tengo un dolor anquí en mi panza. No me deja, no me deja, densde ance muncho. Se me retuerce la tripa”._ Continuó la paciente señalando la parte baja de su abdomen y gesticulando con sus ojos, boca, cejas y músculos de su cara como si en ese momento tuviera el dolor muy intenso.

Puesto que la causa más frecuente de dolor abdominal, en un 80% de los casos, es mal funcionamiento de intestino grueso con estreñimiento, directamente fui al grano y solté:

__ ¿Tienes estreñimiento?__

__ Pos… no… no.__Contestó, con inseguridad y frunciendo el seño como si no entendiera lo que significa estreñimiento y respondiendo tan solo por responder y no pasar como ignorante preguntando el significado de estreñimiento. Este fenómeno lo he observado muy frecuentemente en pacientes que sienten pena o vergüenza al no entender lo que se les pregunta. Tomando en cuenta estas experiencias, lance la pregunta en otra forma.

__ Quiero saber si haces bien del dos.__ Cuestioné utilizando el caló moderno, que de antemano supuse que no entendería, y así fue. Entonces decidí preguntar directamente.

__ ¿Vas a cagar todos los días?__ Pregunté sin sonrojarme, con la experiencia de que esa función de excreción de sustancias mal olientes tiene diferentes nombres según las diversas regiones: “ir a la orilla” en la mayoría de nuestra campiña, “regir” allá por Torreón Coah. Hacer del cuerpo en el DF, “exonerar” o “excúsome por mi ausencia, tengo que hacer una llamada de larga distancia de un negocio de muchos dólares que está por concretarse” como se justificarán los que han leído el manual de etiqueta social de Carreño.

__No tu, no cago todos los días….. voy al “guater” cada 3 o hasta 4 días__Respondió y me apantalló por lo de water inglés como si hubiera leído algún manual de etiqueta de la realeza Británica. Lo más seguro es que ve televisión.

Se procedió a la exploración física y se encontró el colon doloroso, lo que correlacionó con el estreñimiento. Se concluyó que esta era la causa de su dolor. Se instruyó a la paciente de su mal, se prescribió un laxante con la advertencia de avisar si le producía diarrea o retortijones para lo cual recomendé que tomara un antiespasmódico. Especialmente le encomendé que me avisara por teléfono de cualquier cambio o duda que tuviera con respecto a su enfermedad y su tratamiento y los posibles efectos colaterales de los medicamentos.

Cuatro días después me habló su padre para informarme, que la medicina le hizo efecto tres días después, que tenía diarrea y dolor abdominal y que por la diarrea habían consultado al brujo de la localidad el cual había indicado tres medicamentos de patente además de otras dos pócimas.

__Doctor, le hablo de parte de mi hija que usted vio en consulta……__ Me recordó el caso el padre de la paciente y continuó__ Por la diarrea consultamos al curandero y quiero que me diga si puede tomar el tratamiento que le indicó el brujo junto con los medicamentos que usted recetó__ me inquirió.

__Yo les sugerí que me informaran de los cambios que presentara la enferma para de acuerdo con eso orientarlos, pero no debo decidir si toma o no el tratamiento del brujo, eso lo deciden ustedes.__Contesté, presintiendo que me podrían involucrar en la decisión de la conducta que ellos debía tomar.

__Pero es que usted nos dijo que le dijéramos como iba__ insistió el padre de la enferma-

__Si, pero que me informaran de los cambios del enfermo. Si decidieron consultar al brujo no tengo ningún inconveniente ni me incomoda en lo más mínimo, esa es decisión de ustedes y solo ustedes deben resolver que tratamiento van a seguir si el que yo indiqué o el del brujo, lo que si me atrevo a decirles es que es conveniente que se decidan por uno de los dos ya que si aplican ambos, con los 6 medicamentos y las dos pócimas puede intoxicarse, más vale que prevengan eso.

__Mire doctor, el brujo le indicó…__ Mencionó tres nombres de medicamentos de patente con nombres desconocidos para mí, seguramente de esos de laboratorios chafamex o marca patito.__ Quiero que me diga si puede tomarlos.__Insistió tratando de convencerme para obtener una decisión mía no de ellos.

__Por favor póngame atención en lo que le voy a sugerir__Respondí tratando de evitar ofenderlo, y comprometerme sin bases como era su involuntaria insistencia__ Mejor tráigame nuevamente a consulta a su hija, me trae los medicamentos que le indicaron para ver que contienen y de acuerdo a como ella esté y el contenido de los medicamentos yo le informo cuales puede seguir tomando, no le sugiero que la traiga para cobrarle nuevamente la consulta, no le voy a cobrar pues apenas hace cuatro días que vino, pero tráigamela para estar seguro.

Afortunadamente se convencieron de esta sugerencia y se presentaron nuevamente. Le habían indicado un antibiótico inyectado, las infaltables vitaminas, y un antidiarreico. La paciente no tenía diarrea por infección, simplemente se había destapado su colon y había evacuado tres veces con algo de dolor, como reacción normal de un intestino inflamado, adolorido, sensible y muy irritable. Se convenció que era una reacción normal y que los medicamentos estaban haciendo el efecto deseado.

Decidieron seguir mi línea de acción, por el momento hicieron a un lado al brujo del pueblo, probablemente más comerciante que brujo.

Satisfacer al cien por cien de los pacientes es imposible. Tanto por las limitaciones del médico como las del paciente.