Diabetes y colon.
Hasta hace unos 50 años, los enfermos diabéticos tenían un periodo de vida muy corto. Se morían de las complicaciones agudas como la deshidratación severa, coma diabético, infecciones agudas pulmonares o renales.
Con el arribo de los medicamentos para controlar el azúcar, la vida del diabético es más larga que antaño, lo que ha propiciado el desarrollo de complicaciones de la enfermedad que se presentan en el largo plazo como la incómoda y latosa neuritis periférica, la ceguera por lesión de la retina, la trombosis cerebral, el infarto del corazón o la uremia por insuficiencia renal por arteriosclerosis de las arterias de estos órganos vitales.
Estas complicaciones han empeorado la calidad de vida del diabético, Paradójicamente, es el precio de haber logrado sobrevivir muchos años a la enfermedad.
Por ejemplo: un paciente, después de 20 años de padecer diabetes, se empezó a quejar de vómito el cual durante un mes no había sido posible controlárselo con diferentes medicamentos: vontrol, dramamine, ulsen, losec, azantac, torecán, peptobismol, y otros. Bajó seis kilogramos de peso en ese lapso. No tenía apetito. Estaba débil y cansado de no encontrar alivio, deprimido, con deseos de morir, aburrido de tomar e inyectarse medicamentos sin respuesta. Su azúcar era normal, su presión también. No sabía exactamente a que se debía su mal. Ya no quería medicamentos ni ver médicos. Se presentó a consulta animado por su esposa e hijos. Frisaba 40 años de edad. Su azúcar en sangre estaba bien controlada. Tenía radiografías de estómago, ultrasonido de hígado vesícula y páncreas sin haber encontrado una explicación para su estado de náusea y vómito. Por lo mismo, no había sido posible eliminar estas molestias.
Las causas principales de náusea y vómito se encuentran en aparato digestivo, aunque existen muchas enfermedades que se acompañan de estos síntomas desde las más leves como una simple cruda después de una francachela, hasta las más graves como un tumor cerebral, afortunadamente poco frecuente.
La náusea y vómito de este enfermo tenían relación con la diabetes de larga evolución que había provocado una neuritis diabética que alteró la motilidad de tubo digestivo causándole estreñimiento hasta por 4 días sin evacuar, esto impedía además un vaciamiento retardado del estómago que se traducía en náusea y vómito. Esto es lo que se denomina neuritis visceral, porque perturba el funcionamiento de vísceras internas. La lesión neurítica en tubo digestivo, al principio puede provocar falsa diarrea por aumento de la motilidad intestinal, en algunas ocasiones a estos enfermos se les trata como si padecieran infección intestinal por lo que se indican antibióticos, o el mismo enfermo se automedica, por ejemplo con terramicina o cloramfenicol, antibióticos que tomados indiscriminadamente lo único que hacen es alterar la flora intestinal y perpetuar las evacuaciones diarreicas. Conforme la neuritis avanza, el estómago y el intestino se vuelven perezosos, se retiene excremento, no se vacía correctamente el estómago y se presentan náuseas y vómitos. La náusea y vómito son los síntomas más molestos, son a ellos a los que se ataca con medicamentos. Si no se corrige el estreñimiento, no es posible eliminar el vómito lo que hace que el enfermo pierda la confianza en la medicina.
Además de los medicamentos para controlar el síntoma vómito, a este paciente se le indicó tratamiento para la causa más directa que era el estreñimiento y por supuesto, también se indicó simultáneamente el tratamiento para la neuritis visceral. Tan pronto como se corrigió el vaciamiento retardado de intestino, la náusea y el vómito disminuyeron progresivamente y con ello, mejoró el afán de vivir de este sufrido paciente.
Para la mayoría de los enfermos diabéticos, diabetes significa exclusivamente controlar el azúcar, logrando este objetivo, que no deja de ser el principal, la mayoría de los enfermos y médicos se sienten satisfechos. A mayor tiempo de evolución de la enfermedad, este objetivo ya no es el único, van surgiendo otros como consecuencia de las lesiones que la enfermedad produce en casi todos los órganos de la economía humana. Esto se debe a que la diabetes en forma lenta y progresiva, aumenta el daño a las arterias de todo el cuerpo, las va obstruyendo (aterosclerosis) y al disminuir la circulación de la sangre se lesionan los tejidos y las funciones de diversos órganos: la piel con dolores punzantes en diversas partes del cuerpo, el corazón con angina de pecho o infarto, el cerebro con trombosis cerebral o embolia, las piernas con úlceras en los pies, la retina con ceguera progresiva o los riñones con elevación de la urea y anemia. Y varias lesiones en otros órganos.
Las acciones médicas precisamente deben ser encaminadas para prever complicaciones por lo que a cada enfermo se le debe hacer un estudio minucioso con el fin de detectarlas y tomar las medidas adecuadas para disminuir, o cuando menos retrasar lo más posible el daño a los órganos vitales mencionados.