La gripe y la vista.

La vitamina C es antioxidante, interviene en la conversión de dopamina en noradrenalina, síntesis de hormonas, en la síntesis del tejido conjuntivo y en los sistemas enzimáticos que metabolizan fármacos.

La principal fuente de vitamina C son los cítricos, las verduras verdes, en especial el brócoli, los jitomates y las papas. Comercialmente hay tabletas de vitamina C y en elixir: el Bacardí limón y el vodka citron, con autorización de Baco, contienen cítricos “kiske” para prevenir el escorbuto en los alcohólicos. El hombre es libre de elegir la presentación que más le cuadre. Recomiendo los alimentos básicos.

La deficiencia de vitamina C provoca el escorbuto, frecuente en la pobreza extrema, ancianos y alcohólicos. La deficiente síntesis de tejido conjuntivo de las paredes arteriales y venas, las vuelve frágiles, se rompen con facilidad provocando hemorragias cutáneas, encías, articulaciones y otros órganos internos. Dicen los sabios que la vitamina C disminuye ligeramente los síntomas de la gripa.

Los creyentes fanáticos con gripa ingieren tequila con limón y han comprobado que es efectivísima esta combinación. No cura la gripa, pero produce Alzheimer pasajero.

El retinol o vitamina A es para la salud visual, la retina. La vitamina A también interviene en mantener una buena inmunidad humoral para defendernos de las infecciones. De esto surge la viejísima idea del popular aderogyl C para “prevenir” la gripa con vitaminas A, D y C, prevención que no está comprobada.

El hígado, el pescado y el huevo, así como verduras de color fuerte muy intenso, son excelentes fuentes de vitamina A.

Una reciente revisión de la colaboración Cochrane (2009) sin conflictos de intereses comerciales, nos informa que después de 60 años de estudios sobre la capacidad de la vitamina C para reducir el riesgo de contraer gripes o resfriados, no se ha detectado que aumentar el consumo tenga efecto apreciable en la prevención general, aunque se ha observado que dosis altas de vitamina C reducen LIGERAMENTE la duración de los resfriados, cuando mucho, aproximadamente un día menos de gripe.

Y afirman: “en una persona sana con una dieta equilibrada, la vitamina C que se ingiere con frutas y verduras basta para contar con una función inmunológica adecuada de los linfocitos T“. Así lo confirman 66 estudios de observación en más de 24 mil personas.

Por otra parte, en el mismo estudio se menciona que, por supuesto, los pacientes con deficiencias nutricionales como en los alcohólicos consuetudinarios o los desnutridos por pobreza económica, tienen más riesgo de contraer infecciones, y de ninguna manera se recomiendan los complementos vitamínicos en cápsulas o inyecciones, sino mejorar la nutrición para cubrir las necesidades de los nutrientes básicos: proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales. Estos alimentos, en la gran mayoría de los casos clínicos, proporcionan los requerimientos mínimos diarios de vitaminas tasados en miligramos, la milésima parte de un gramo y en microgramos, milésima parte de un miligramo. En algunos casos se prescriben complementos vitamínicos.

         Por lo anterior, “acá entre nos”, yo no cambio el tequila con limón y un poco de ron, con una botana de hueva de lisa o un filete de robalo y verduras y frutas; esto, garantiza un buen aporte de las vitaminas para la gripe y otras enfermedades. Me consta en mis 45 años de ejercer la medicina. Y Usted ¿Qué prefiere?