La náusea da náusea 2.
La causa muy probable de la náusea y el vómito relatados por doña Gomitolia en la entrega previa, podría ser la neuropatía diabética con gastro-paresia, cuyas raíces griegas significan: parálisis del estómago.
Se solicitó una inofensiva serie gastro-duodenal con medio de contraste radiológico, la cual confirmó el lento vaciamiento gástrico. No había obstrucción gástrica por tumoración, una causa grave de gastroparesia. Se evitó la costosa y peligrosa endoscopía gástrica a la cual se recurre con cierto abuso comercial y protagónico.
Se propuso el tratamiento de náusea real con vómito, a los hijos de doña Gomitolia, más familiarizados con “el castilla” del diccionario de la RAE (Real Academia Española), hijos con los cuales se obtuvo una información más amplia de la proporcionada por la enferma.
Se sugirió un mejor control del azúcar, siendo esto el pilar del tratamiento de las complicaciones de la diabetes, más un medicamento para aumentar los movimientos del estómago, les dicen procinéticos del griego: pro= por y kinesis= movimiento, además de un medicamento para la neuritis o estabilizador de la conducción eléctrica y un antiagregario plaquetario para mejorar la microcirculación, causa esencial de la neuropatía. Doña Gomitolia, una semana después, dejó de vomitar y volvió a disfrutar de nuestra tradicional comida mexicana: “fhryjols, thortayllas and chilly pykin cuñao and tamals of muertos”. Por cierto, con frecuencia se observan enfermos refiriendo náuseas, esta palabra deriva del griego naus= nave. Se refiere a la sensación de mareo y deseo de vomitar presentado por los antiguos navegantes en aquellos largos viajes. Durante esas travesías los mareos y la náusea provocaban vómitos. La náusea es la antesala del vómito.
No obstante, muchos pacientes, durante varios meses han dicho que padecen de náuseas principalmente por las mañanas, pero sin haber presentado vómito en ninguno de esos múltiples brotes de náusea. Les prescriben diversos medicamentos o antieméticos (contra el vómito) sin resultado alguno. Conclusión: en realidad no padecen náuseas. Frecuentemente se trata de personas con cierto grado de retención de flemas durante la noche, sobre todo si duermen con la boca abierta, como los roncadores. Respirar con la boca abierta reseca o deshidrata la saliva y la secreción mucosa de tráquea y garganta, esta resequedad dificulta la expulsión de las flemas además de facilitar la proliferación de bacterias odoríferas cuya putrefacción, junto con los residuos alimenticios retenidos en las caries o entre los dientes, producen esa sensación desagradable de expulsar esas flemas, sin llegar a la verdadera náusea que es el deseo imperioso de vomitar y que en la mayoría de las veces, la verdadera náusea desencadena el vómito. Insisto, si una persona dice que ha tenido náusea, cientos o decenas de veces, sin haber vomitado alguna vez, esa es una dudosa náusea. Hay que investigar otras causas de esa queja.
En La Náusea, Nausée en francés, Jean Paul Sartre, el autor, nos induce a poner en duda la existencia del ser humano y el propósito vital del hombre, concluyendo que la vida del hombre es vacía.
Sien embargo, es un hecho que la materia y el hombre existen independientemente de nuestro pensamiento. El propósito del hombre es producir cultura y lo ha logrado.
Por lo anterior me da náusea, La Náusea de Sartre. El hombre es un fenómeno real, indiscutible. Personalmente no me gustó el libro, es muy complejo. Se considera dentro de la corriente filosófica idealista del existencialismo, de corte irracionalista. No digo que el libro sea malo, ni bueno, simplemente no es de mi gusto para releerlo y dicen los que saben, que no hay nada mejor que leer lo que a cada individuo le gusta y esto depende del contexto histórico y cultural en el que cada individuo se formó.