Cirugía cardíaca innecesaria 1.

_Doctor, Kiskesabe quiero su opinión de mi caso. Me están atendiendo en el HOSPITAL CITY OPERO y me dicen que necesito cirugía del corazón. Me atiende en ese hospital un cardiólogo que dicen que es muy bueno, el Dr. Timateo Dimiedo. Quiero que me diga si usted ha visto pacientes como mi caso.

Era Don Coronancio Iltapado, hombre de 70 años de edad, sin antecedentes de diabetes ni presión alta. En su forma de hablar y sus gestos denotaba la terrible preocupación de una latente cirugía de corazón.

_Por desgracia doctor, no traigo los estudios, pero me dicen que tengo tapada una arteria coronaria. Le explicaré. Mire. Hace tres mes sentí una sensación de dolor como atacazón en el pecho, como opresión en el pecho, fuí al hospital y me hicieron un electrocardiograma, me vio el cardiólogo Dimiedo, me dijo que tenía angina de pecho pero sin infarto, incluso me hicieron unas enzimas cardíacas y me dijeron que eran normales y que eso descartaba un infarto agudo del corazón, pero que sí tenía lesión de las coronarias. Me dio tratamiento con isorbid de 10 miligramos tres al día, aspirina una diaria e isorbid de 5 miligramos debajo de la lengua, en caso de dolor. Llevo dos meses con ese tratamiento y ya no me ha vuelto ese dolor, ni siquiera ha sido necesaria ninguna pastilla debajo de la lengua. El Dr. Dimiedo me espantó, me dijo que no comiera, sal, que no hiciera nada, que no trabajara, ni que subiera escaleras porque yo duermo en el segundo piso de la casa y ahora duermo en la sala. Me prohibió las grasas, las carnes, que al vino no lo tocara ni con el pétalo de una rosa. En fin, que ya no se que hacer porque yo me siento bien. De hecho no le hago mucho caso al cardiólogo y me voy a mi oficina a trabajar sin sentir nada de dolor.

_Le está prohibiendo vivir. _dije socarronamente.

_Pues, casi. Sí. Pero le sigo contando. El Dr. Dimiedo me hizo un ecocardiograma y me dijo que afortunadamente salió bien, no hay infarto en mi corazón, pero de todas formas me recomendó que me hiciera una coronariografía para ver mis arterias y ahí salió que tengo una arteria tapada. Necesita operación de su corazón me dijo. Lo voy a enviar al Hospital Central Todopera. Si no se opera en cualquier momento le puede dar un infarto y morir. Así me la soltó, Doc. Kiskesabe, sin más ni más, sin darme mas explicaciones. Pero doctor Dimiedo, insistí, explíqueme por favor como está mi caso. Nada. Usted necesita cirugía y aquí el doctor soy yo. Y si que da miedo ese doctor.

_Si ya lo veo. _Afirmé. Debo reconocer. _Hay colegas así. Nefastos.

_Procedí a interrogarlo y explorarlo. Se confirmó la historia del dolor, tomé un electrocardiograma, el cual confirmó datos de falla de circulación de coronarias pero sin arritmias de infarto, ni bloqueos de conducción. Pero en el momento actual don Coronancio se encontraba asintomático sin ninguna complicación cardiaca: ni arritmias, ni datos de insuficiencia cardiaca ni datos de dolor coronario (angina de pecho).

_Por favor Doc. Kiskesabe, quiero que me explique como está mi caso y si usted tiene experiencia en casos como el mío por que el Dr. Timateo , me tiene muerto de miedo.

_Sí, ya veo. Para empezar. _Dije a don Coronancio._Acabo de leer el resumen de un artículo publicado en la revista New England Journal of Medicine del 2007; 356:1572-1574. En este estudio incluyeron a 2287 personas que tenían enfermedad de las arterias coronarias, asintomática y estable. Como su caso, asintomáticos con tratamiento médico, sin limitaciones para sus labores cotidianas con buena calidad de vida física y emocional. La mitad recibieron tratamiento médico como el que usted esta recibiendo y la otra mitad la sometieron a tratamiento intervencionista de las coronarias más tratamiento médico como el de usted. Y aquí va lo interesante: a los cinco años de seguimiento en ambos grupos, no hubo diferencias significativas en riesgo de muerte, de ataque cardiaco, accidente vascular cerebral u hospitalizaciones por ataques agudos de dolor coronario.

_¡Ah caray!. _Exclamó jubiloso don Coronancio. _A ver si entendí. ¿Esos resultados significan que con y sin intervención en el corazón los pacientes viven lo mismo, es decir, no hay garantía de vivir más con la intervención que sin ella?

_Exactamente.

_Entonces ¿Porqué el cardiólogo, Timateo Dimiedo, me dijo que si no me opero corro mucho riesgo de morir?. _Preguntó con cierto resentimiento el Sr. Iltapado.

         _En realidad. Algunos colegas usan la estrategia de meter miedo para lograr el cumplimiento del tratamiento. Yo no estoy muy de acuerdo con esta actitud. Ya le explicaré en la próxima consulta porqué.