Falsos diagnósticos de diabetes.

Dr. Ignacio Espinosa. Médico Internista. Tels: 782 82 2 6352 y 782 888 0056.

Mientras el virus de COVID mantiene activo el pánico y se le siguen atribuyendo muertes, muchas personas sufren el flagelo de otras enfermedades, incluyendo daños propios de nuestras acciones médicas como en los siguientes ejemplos, generados en la entrada: diabetes y hemoglobina glucosilada, de mi página web: www.kiskesabe.com.

P–“Buenas tardes doctor. Ayúdeme por favor. Tengo 45 años, en un resultado de glucosa en ayunas me dio 116 mg. repetí luego de 3 meses y salió 102.60 mg. El médico me dijo que estoy en alto riesgo de desarrollar diabetes pues los valores superiores a 100 mg hasta 125 mg ya no son normales aun si no es aun diabetes. Eso me asustó mucho. Me mandó dieta y ejercicio a pesar de que tengo peso normal. Doctor, ¿en su experiencia que ha visto a tantos pacientes, dígame si la mayoría de ellos  con valores de glucosa de entre 100 y 125 mg. desarrollaron diabetes? Le agradezco desde ya”.

Así le respondí: En realidad con esas cifras de azúcar yo no veo ningún problema para que te preocupes. Creo que es exagerada la opinión que recibiste. El criterio principal para diagnosticar diabetes es que las cifras de azúcar se eleven progresivamente en tres o más mediciones por encima de lo normal y que se mantengan elevadas. Además para fines prácticos, en realidad las cifras de azúcar y todas nuestras sustancias en nuestro cuerpo, son más amplias que las referidas como parámetros normales de laboratorio. Por ejemplo, a cualquier persona sana, si le midieran el azúcar cada hora en un lapso de 24 horas, las cifras oscilaran normalmente, de unos 50 miligramos a 160, dependiendo de la ingestión variable de alimentos y otros factores. No son fijas las cifras en ningún momento de la vida. En casos de pacientes como lo que tu mencionas, yo les digo que no tienen diabetes, que hagan su vida normal que el riesgo de desarrollar diabetes es igual que para cualquier persona sana.

“Doctor muchisimas gracias por su opinión. Le cuento que estaba deprimida pero ya con lo que usted dice me siento muchisimo mejor. Que Dios le bendiga y gracias por la valiosa orientación que nos proporciona en su pagina”. Agradeció esta lectora.

He aquí un ejemplo relacionado con el daño emocional que podemos provocar, si la información que proporcionamos a nuestros angustiados pacientes no es objetiva y prudente. Alguna vez, un paciente me expuso su gran miedo a padecer diabetes: “si a mí, alguno de estos días me detectan diabetes, mejor me pego un tiro doctor, porque yo no quiero verme ciego ni que me amputen las piernas o me dialicen por esa cochina enfermedad”. Me dijo. ¿Se imaginan el resultado si a este tipo de personas se les endilga un diagnóstico falso de diabetes?

La depresión emocional puede propiciar el suicidio. A esto  podemos exponer a los pacientes con nuestras decisiones.

P—“Doctor Espinosa. Tengo 45 años, en la glucosa en ayunas salió 102.60 y el médico me dijo que por encima de 100 mg. el riesgo de desarrollar diabetes es muy alto. Eso me asustó mucho. Según leí, la OMS indica que hasta 110 mg de glucosa es normal pero segun la ADA el límite es 100 mg. La cifra del laboratorio dice normal hasta 100. Porqué hay esos criterios diferentes? Para usted cuál sería el límite de lo normal ? Gracias desde ya.

Es la misma persona con datos adicionales.

R– Los criterios de la ADA (asociación Americana de Diabetes) la OMS o cualquier otra organización médica, son de protocolo, son guías para que nosotros los médicos tomemos decisiones clínicas entre médico y enfermo. El criterio clínico es más elástico que los protocolos preestablecidos. Además, el juicio clínico o sentido común (que no es muy común) sugiere ajustar las guías clínicas al paciente y no ajustar al paciente  a las guías clínicas.

Visto así, las cifras que mencionas son: clinicamente normales y no hay sustento para aterrorizarte porque puedas desarrollar diabetes, la cual se diagnostica si las cifras de azúcar se elevan progresivamente y en forma sostenida en varias mediciones, es decir, «un seguimiento», sin importar los criterios de la OMS la ADA o cualquier otra guía. Es cada enfermo con la evolución de la cifra de azúcar el que nos dice si es diabético o no. Nosotros como médicos debemos interpretar juiciosamente lo que nos dice la evolución de las cifras de azúcar de una persona, no una cifra aislada.

Bueno es conocer las guías de práctica clínica y contar con el mínimo de conocimientos teóricos, mejor es ajustar esas guías a cada enfermo y su entorno social y emocional. Si en forma rígida cumplimos con los protocolos médicos “a pie juntillas”, podemos causar mucho daño y esto es evidente y muy frecuente con enfermedades tan comunes como la diabetes y la hipertensión. He visto no uno, sino cientos de pacientes tratados, sin necesidad, como hipertensos y otro tanto de personas tratadas como diabéticos sin ser diabéticos declarados o “confesos”, utilizando la jerga legal.

Mucho daño se está provocando por excesos médicos. Lo digo para que lo sepan, no para que lo crean. Más, no siempre es mejor. A veces, mejor es menos.

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