COVID Y los negacionistas. 35.

Dr. Ignacio Espinosa. Médico Internista. Tels: 782 82 2 6352 y 782 888 0056.

Continuamos con los puntos de vista controvertidos de AMO, con relación al COVID actual, que ha trastocado al mundo en lo social, político, emocional y económico. Se comentan las posturas de Olivia, la “negacionista” entrevistada  y expongo mi puntos de vista, que se han venido comunicando en esta revista y en www.kiskesabe.com.

Las mutaciones naturales hacen que un virus animal sí pueda llegar a infectar a un humano

Según Oliva, “no hay posibilidad de que un virus de murciélago sea ‘leído’ por un humano, a no ser que esté modificado genéticamente, porque hay una barrera trans-especie que protege estos cruces”. Con esto, da a entender que el COVID podría haber sido creado por el ser humano (cuando no hay ninguna prueba de que sea así).

https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(20)30418-9/fulltext

 

La realidad es que existen enfermedades denominadas zoonóticas: Una enfermedad zoonótica es una enfermedad que puede transmitirse entre animales y seres humanos. Las enfermedades zoonóticas pueden ser provocadas por virus, bacterias, parásitos y hongos. Algunas de esas enfermedades son muy frecuentes: tuberculosis, salmonelosis (fiebre tifoidea) brucelosis, entre otras.

De hecho, según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos, casi el 16% de todas las muertes en todo el mundo pueden atribuirse a enfermedades infecciosas, y las zoonóticas representan el 60% de las conocidas y el 75% de las emergentes.

Los autores de este artículo,  https://virological.org/t/the-proximal-origin-of-sars-cov-2/398, publicado en el foro científico Virologic, indican que «la evidencia genómica no apoya la posibilidad de que el nuevo coronavirus haya sido creado en un laboratorio». Este estudio:

https://academic.oup.com/nsr/article/7/6/1012/5775463, indica que el origen del SARS-CoV-2 fueron mutaciones y selección natural, además de recombinación del SARS-CoV, el virus capaz de infectar a animales como el murciélago.

Por último, este estudio :

https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(20)30251-8/fulltext, publicado en The Lancet, indica que el nuevo coronavirus difiere lo suficiente del SARS-CoV como para ser considerado un nuevo tipo, capaz de infectar humanos. «Nuestro análisis filogenético (relación de parentesco entre especies) sugiere que los murciélagos podrían ser el huésped original de este virus», indican los autores.

Las medidas de prevención sí son útiles para minimizar el riesgo de contagio de COVID-19

Además, Oliva critica varias de las medidas de prevención destinadas a minimizar el riesgo de contagio por COVID-19. Entre ellas, el uso de mascarilla o el distanciamiento social (tanto la distancia interpersonal, como el confinamiento o el tratar de evitar los lugares muy concurridos: “¿Desde cuando una supuesta patología respiratoria se va a mejorar impidiendo respirar aire puro? ¿Desde cuando cualquier persona va a mejorar su salud estando encerrado en casa, sin posibilidad de salir, de tomar el sol, de estar en la naturaleza, sin abrazar a sus personas queridas […]?”, pregunta durante la entrevista.

Sin embargo, como apuntan las evidencias, estas medidas sí son eficaces para evitar enfermar por COVID-19. Por un lado, hablamos de un virus respiratorio que se transmite tanto por las gotículas que una persona infectada emite al hablar, toser o estornudar como por los aerosoles (pequeñas partículas que permanecen en el aire). Es por ello por lo que el uso de mascarilla es un posible aliado en la prevención del contagio: funcionará como barrera física que filtre el aire, dificultando que el virus entre en contacto con nuestras vías respiratorias.

Si además mantenemos la distancia de seguridad con la gente de nuestro alrededor y disminuimos el número de personas con las que nos relacionamos, estaremos minimizando también la posibilidad de toparnos con individuos contagiados y, por tanto, la de entrar en contacto con el virus.

Oliva también hace referencia al sistema inmune: “¿Por qué nadie absolutamente nadie ha insistido en cómo mejorar tu sistema inmune? ¿Acaso no conocen la relación del sistema inmune con la carencia de Vitamina D, con el miedo, con el sedentarismo?”, plantea en la entrevista. Sin embargo, el sistema inmune ha sido uno de los más mencionados desde el inicio de la pandemia. De hecho, es el blanco de la futura vacuna: a través de ella, se pretende proteger contra el patógeno, haciendo que el sistema inmunitario sea capaz de crear los anticuerpos suficientes y necesarios para combatir el virus antes de que este infecte las células correspondientes y nos haga enfermar.

Con respecto a la vitamina D, ya explicamos que no es necesario tomar suplementos para evitar la infección, salvo que se presente déficit de la misma. Por el momento, no hay evidencia de que alguna medicina o vitamina  pueda prevenir o curar la COVID-19. La información de la que disponemos permite señalar medidas que reducen el riesgo (mascarillas, distancia social, lavado de manos…), pero ninguna incluye tomar complementos de vitaminas. Aunque aquí en méxico lo diga la Secretaria de Gobernación, abogada de profesión. Sin agraviar.

El problema del virus acutual existe, con todas las especulaciones respecto a su origen y conecuencias, las muertes ahí estan, infladas o desinfladas con fines políticos o de lucro, las muertes existen, incluso inesperadas en muchos trabajadores de la salud. Y también es cierto: no hay prevención especifica demostrada, esto está por verse; además, tampoco hay tratamiento específico alguno a pesar de muchas afirmaciones de que la ivermectina de 100 pesos, o el rendesivir de un millon de pesos hayan prevenido o curado. Las muertes siguen, a pesar incluso de la intubación. Y hasta el momento en algunos paises como Australia y Costa Rica, por ejemplo, han logrado CERO COVID, sin vacuna, sin medicamentos,  solo utilizando la SANA DISTANCIA  en forma estricta.

La explicacion parcial del rebrote de COVID en nuestro país, es que en navidad, seguramente hubo “intercambio de virus”. Muy complejo que 130 millones de parranderos mexicanos, sean conscientes de la sana distancia. Cuestion de idiosincracia y cultura social.

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