Hipoglicemia mortal. XII.

Dr. Ignacio Espinosa. Médico Internista. Tel. 782 82 263 52. Cel. 782 888 0056

Hablando del rey de Roma en la entrega previa, y que se asoma. Me refiero al Rey y… también se asomó una invitada, no de piedra, sino de huesos… la “calaca”, con todo su poderío, en plenos festejos de los días de muertos. Hoy martes 5 de noviembre, estuve revisando periódicos atrasados del “tamalero” fin de semana y encontré

            “¿NEGLIGENCIA EN LA MUERTE DE…?” Reza la interrogante cabeza de una nota periodística.

            “La mediocampista…Fulana… murió por una inadecuada atención médica. La futbolista de 26 años se sintió mal durante el entrenamiento del viernes en las instalaciones del club América, pero lejos de ser atendida y valorada a fondo por el personal médico del equipo, o canalizada a un hospital, la pusieron en reposo y después la mandaron a su casa. Como pudo llegó hasta la vivienda que compartía con su amiga… cuya familia, al verla cada vez en peores condiciones, la acompañó a su natal Toluca, donde la sorprendió un fatal ataque de hipoglucemia. Padecía diabetes desde la adolescencia, cuidaba de su salud lo mejor posible, pero superponía a todo su sueño infantil: el de jugar futbol en una liga profesional…” Texto parcial del cuerpo de la nota en cuestión. https://www.jornada.com.mx/2019/11/04/opinion/a03o1dep.

            Lo anterior se suscita en el contexto de estar comunicando que una de las causas frecuentes de muerte en los diabéticos, en el pasado eran las complicaciones agudas de la elevación del azúcar ante la inexperiencia médica y la poca cultura social en el manejo de estas complicaciones con medicamentos, soluciones electrolíticas e insulina.

            Y también comentaba que paradójicamente, las muertes por elevación del azúcar en forma aguda han disminuido pero que se están observando complicaciones agudas por exceso de medicamentos y que se están provocando severos daños, incluso mortales,  por disminuciones bruscas del azúcar en la sangre (hiopoglicemia), debido al exceso de medicamentos para normalizare el azúcar, solos o combinados con insulina.

            Seguimos careciendo de cultura y educación médica adecuada, es decir de una buena medicina preventiva.

            Y la nota previa en ámbito nacional, confirma mi dicho, muerte por hipoglicemia de una famosa jugadora de futbol y es por esto que la noticia trasciende. Detrás de esta muerte hay muchos diabéticos que no son famosos pero que sufren nuestros excesos médicos. O nuestras deficiencias, y no es intención ni de estigmatizar la profesión médica o de hacer leña del árbol caído, sino de, con la mayor responsabilidad analizar, comentar y comunicar algunos conceptos de orientación médica a los diabéticos, en este caso, con el fin de que mejoren su autonomía en la toma de decisiones para el cuidado de su salud y de sus males.

            Revisé otras notas periodísticas y de TV, casi todas dicen que la futbolista murió por una complicación de la diabetes, dando a entender que la hipoglicemia es provocada por la diabetes y  soslayan la presunción de negligencia médica. Pero conviene contextualizar esta afirmación un tanto contradictoria porque la diabetes ya definida, se caracteriza precisamente por deficiencia de insulina y elevación del azúcar y nunca por disminución de azúcar que ponga en peligro la vida. Y comento esto porque, se dice por “los expertos” que cuando inicia la diabetes puede haber elevación reactiva de la insulina, arguyendo que al principio hay resistencia a la acción de la insulina y que esta se puede elevar con el fin de compensar (mantener el equilibrio), provocando cierto grado de baja de azúcar, pero, siendo imposible que los mecanismos fisiológicos sean matemáticamente exactos como para no excederse de los parámetros que nos dicen los libros y que teóricamente nos dicen que es normal, aunque tampoco es aceptable que al inicio de una persona con diabetes, esa posible hipoglicemia (baja de azúcar), sin medicamento alguno para bajarla, ponga en peligro la vida de un diabético que apenas inicia y debo aclarar que nunca he visto un muerto por hipoglicemia sin medicamento alguno para bajar el azúcar.

            Correlacionando lo anteriormente comentado y el contexto en que murió esta joven diabética definida, en tratamiento y presuntamente murió de hipoglicemia, pues presuntamente esa hipoglicemia se debió a un exceso de algún medicamento o insulina o ambos. En ninguna nota encontré datos precisos de las circunstancias del caso ni hay mención alguna especifica a medicamentos. Si bien es presunta la hipoglicemia, y es presunta la negligencia médica, la que  no es presunta…es la muerte de esta chica.

            Los comentarios que expongo son resultado del análisis y razonamiento inductivo deductivo lógicos, algunos conocimientos teóricos y experiencia personal.

            He aquí un caso clínico que pone en evidencia los riesgos de  obsesionarse en mantener cifras de azúcar en sangre en los márgenes que marcan los laboratorios, los libros y las guías de práctica clínica, de 60 a 110 de azúcar en ayunas, sin tomar en cuenta que en la realidad, en cada paciente esos márgenes son mucho más amplios, de unos 50 a 160 miligramos de azúcar aproximadamente, y mucho más amplios en estos días de tamales y chocolate.

            Si usted es diabético esta bien controlado sin molestia alguna y su azúcar en sangre y en ayunas se mantiene entre 60  y 110 miligramos, cuidado, puede hacer una hipoglicemia brusca (bajón de azúcar) y grave, avise a su médico o disminuya la dosis de su medicamento. Y en tanto su azúcar oscile entre 110 y 180 miligramos no corre ningún peligro agudo grave que ponga en peligro su vida. Mi sugerencia es mantener el azúcar por encima de 110 y cuando mucho 150 o 160. Recordemos que es IMPOSIBLE  mantener cifras fijas de 100 o 150 en forma continua, porque insisto, en un día normal cualquier persona que se midiera el azúcar cada hora durante 24 horas oscilará INEVITABLEMENTE de unos 50 miligramos hasta unos 170, NORMAL,  fisiológicamente hablando.

            Esto no lo especifican con claridad las guías médicas escritas por expertos, pero la sabiduría, no mía, sino de cualquier cuerpo humano vivo así lo confirma. No es invento mío, es observación de la realidad. Obviamente,PUEDO FALLAR, pero nunca de mala intención. Nos cantaba Pepe “Jarra”, de  Alvaro Carrillo.

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