Pequeñas grandes mentiras diabéticas V.
Dr. Ignacio Espinosa. Médico Internista. Tel: 782 263 52 Cel: 782 888 0056
Existen pequeñas mentiras, grandes mentiras y estadísticas. Decía con ironía Mar Twain, seudónimo de Samuel Langhorne Clemens, escritor, orador y humorista estadounidense, autor de las chispeantes aventuras de Tom Sawyer, que vale la pena leer.
Otros dicen que esa expresión es de Benjamin Disraeli, político y escritor británico.
La estadística es la ciencia que dice que si mi vecino tiene dos coches y yo ni uno, los dos tenemos uno. El humor de Mark Twain, puede aplicarse en medicina y en esta ocasión a la diabetes.
Según las estadísticas, en 1985 había 30 millones de diabéticos en el mundo, del total de 4,800 millones de habitantes, es decir 0.6% de la población era diabética y el 99,4% NO ERA DIABETICA. Para el 2010 se calcularon 285 millones de diabéticos de unos 6,800 millones de habitantes, que corresponde al 4.1%, o más claro, el 96% de la población NO PADECE DIABETES.
El juego o las falacias de la estadística consisten en deslumbrar y atemorizar a la sociedad diciendo que hay 285 millones de diabéticos en el mundo, parece una cifra escalofriante, pero si tomamos en cuenta la totalidad de la población mundial y reflexionamos que 4 de cada 100 la padecen, esta cifra no es tan tenebrosa y si tomamos en cuenta que 6,515 millones no la padecen, con 285 que si la padecen, pues no parece alarmante, pero la hacen alarmante.
Y cualquiera de mis escasos lectores puede corroborar lo anterior, pregunte no más por curiosidad a 100 personas que se encuentre al azar o como si fuera un albur, pregúntele si es diabético o no y anote el resultado.
Por supuesto, que ese 4% de diabéticos puede variar en más o en menos según la geografía, de país a país, de continente a continente, de ciudad a ciudad y de grupo social a grupo social en una misma ciudad.
También suena por demás espantoso, que de 30 millones de diabéticos en 1985 al 2010, en 25 años, haya aumentado 9.5 veces, es decir de 30 (0.6%) a 285 (4.1%) millones de diabéticos. Creo que esto es “inflación diabética”.
¿Hay algún análisis reflexivo y crítico en libros y revistas especializadas en diabetes, que explique este aumento de la diabetes de 30 a 285 millones en 25 años? Solo argumentan que la diabetes ha aumentado porque ha aumentado el promedio de vida de la población en general y también por la explosión demográfica.
Y aquí viene lo engañoso y mañoso o amañado y manoseo de las estadísticas. En 1965 el criterio para diagnosticar la diabetes era una cifra que en forma sostenida rebasara y se mantuviera por encima de los 180 miligramos promedio de azúcar en sangre venosa, aceptando como normal promedio de 60 a 110. Lo anterior porque solo a partir de 180 miligramos o más, aparecen los síntomas agudos de la diabetes: mucha sed, mucha orina y mucha hambre. Para 1985 el criterio de 180 se bajó a 150 y actualmente lo disminuyeron aún más y con 126 miligramos de azúcar ya etiquetan de pre-diabéticos a las personas con 126 miligramos. Con menos de 180 miligramos de azúcar en sangre NO HAY SINTOMAS. Es evidente que la disminución de esos criterios, de la noche a la mañana millones de gentes sanas con 150 y recientemente con 126 miligramos , se convirtieron en enfermos por decreto, es decir, LOS ENFERMEMARON. Aquí esta presente y evidente como manipular y modificar estadísticas: personas sanas con 126 miligramos de azúcar en ayunas pasan a formar parte de las estadísticas de enfermos de diabetes, sin ser diabéticos. Inflación económica.
Para mi lo anterior explica, en gran proporción, el aumento de 30 millones de diabéticos a la cifra de 285 millones. Aclaro, con toda claridad: esto no aparece en libros de texto, en revistas especializadas y mucho menos en los medios de difusión masiva: prensa, televisión, pero en las redes sociales ya hay voces pronunciándose al respecto.
Recordemos que falacia deriva del latín, fallacia= engaño, es un argumento que parece válido, pero no lo es. Algunas falacias se cometen intencionalmente para persuadir o manipular a los demás, como en el caso de la diabetes, la hipertensión arterial o el colesterol, mientras que otras se cometen sin intención por descuido o ignorancia. En ocasiones, las falacias pueden ser muy sutiles y persuasivas, por lo que se debe poner mucha atención para detectarlas. El estudio de las falacias se remonta hasta Aristóteles, quien en sus refutaciones sofísticas identificó y clasificó unas trece clases de falacias.
Conviene recordar que PERSUADIR consiste en utilizar aspectos emocionales mas que argumentos razonados, utilizando la retórica, citas o frases clave e incluso aspectos personales para hacer creer a otra persona. CONVENCER es incitar, mover con razones, a hacer algo, utilizando pruebas, hechos, y a un razonamiento lógico argumentativo que apele a la inteligencia, es decir a la reflexión y análisis críticos de nuestro interlocutor. Persuadir es imponer, convencer es razonamiento lógico. Convicción es estar convencido.
Los libros y las guías de práctica clínica nos afirman que las personas con 126 miligramos de azúcar en ayunas (normal de 60 a 110) son diabéticos. Este es uno de los tres criterios utilizados para diagnosticar la diabetes. Me parece una falacia, es una imposición, es una persuasión inflacionaria mediante la sociedad médica. En la próxima entrega argumentaré porqué, con la intención no de persuadir sino de convencer.
Lo anterior explica que en el momento actual se observan personas sanas, tratadas como diabéticos. El daño emocional, físico y económico es por demás injusto. Me consta.
Correo: [email protected]