Neuropatía diabética y estreñimiento.

 

Dr. Ignacio Espinosa Médico Internista Tel. 82 263 52 Cel: 782 888 0056

NEUROPATIA DIABETICA Y ESTREÑIMIENTO.

Con quince años de evolución, cualquier diabético puede presentar alguna de las complicaciones crónicas, es decir, las que se desarrollan tardíamente como la neuropatía diabética que depende de la arterioesclerosis (obstrucción arterial) lenta y progresiva y variable en su evolución y en sus manifestaciones también disímbolas en distintos órganos. En algunos predomina la arterioesclerosis en las arterias de los riñones, de la retina, del corazón o del cerebro, o las de las piernas y en otros órganos alterando el funcionamiento de esos órganos.

La neuropatía diabética por ejemplo, es una alteración en la conducción eléctrica de los nervios periféricos. Semejante al deterioro de la vaina protectora de un cable de electricidad, la corriente Eléctrica “se va a tierra” dicen los técnicos, es decir se fuga del cable conductor, “hace corto”, dice, o de plano se bloquea la conducción eléctrica.

Esto mismo sucede en la neuropatía diabética que si acaece en los nervios de la piel pueden presentarse dolores en forma de punzadas de alfiler sin causa visible, en diferentes regiones de la piel. Esto se explica porque en el cable de nuestros nervios periféricos existen fibras sensitivas y si la neuropatía esta presente aumenta o se bloquea la sensibilidad.

Pero nuestros nervios también contienen fibras motoras y si a estas se les deteriora su vaina protectora por la diabetes, puede haber debilidad muscular en diversos órganos o parálisis completa, lo que explica que algunos diabéticos se les “cae el párpado”, o se les debilitan los músculos de brazos o piernas con la dificultad correspondiente para realizar manualidades o caminar adecuadamente.

Y esa neuropatía puede alterar el funcionamiento de órganos internos: Una de mis pacientes con veinte años de diabetes, alguna vez se quejó de una bola en vientre por lo que alguien le sugirió que en vez de acudir con Kiskesabe, médico de cabecera desde esos veinte años de diabetes, buscara otra opinión porque se trataba de un tumor y a lo mejor había que operar y Kiskesabe no es cirujano. Puesto que le solicitaron una tomografía porque el médico consultado, efectivamente, palpó una masa. Como era de escasos recursos, regresó con Kiskesabe, quien ya tenía el antecedente de que esta mujer padecía de estreñimiento, y desde hacía tiempo había sugerido la ingestión de fibra constantemente para prevenir el estreñimiento. No cumplió con esta recomendación y Kiskesabe detectó, que hacia ocho días que no evacuaba su intestino. El de la paciente. Ciertamente, palpó una bola del tamaño de una naranja promedio, dura, poco dolorosa e hizo que la enferma la sintiera: cacoma (tumor de caca). Pensó Kiskesabe.

Kiskesabe prescribió fibra y un laxante, dejó pendiente el gasto de la tomografía. Se toma estos laxantes, se palpa la bola y cuando logre evacuar se palpa nuevamente y me avisa.

Cuatro días después, la mujer le avisó Kiskesabe que había evacuado más de un kilo de excremento y la bola había desaparecido.

La neuropatía diabética disminuyó el movimiento del colon y esa fue la causa del cacoma, del griego kakós= defecar, malo, feo, asqueroso, y -oma que significa tumor, bola.