Tuberculosis pulmonar vs cáncer pulmonar.

Hace 40 años, al borde de la histeria, la paciente y sus familiares llegaron al consultorio del hospital donde laboraba Kiskesabe. No era para menos. Por un cuadro de tos de unos dos meses de evolución y una radiografía que, en uno de los pulmones mostraba una masa redondeada de unos cinco centímetros de diámetro, un neumólogo y otros médicos le diagnosticaron cáncer de pulmón y la desahuciaron porque a esa edad y con un cáncer de ese tamaño, la mortalidad es casi de 100 por ciento a corto plazo, no más de seis meses. No le propusieron ninguna opción de tratamiento, sin contar con un diagnóstico histológico o de otros estudios que aseguraran el diagnóstico de cáncer. En aquel tiempo, en nuestro medio no se contaba ni con ultrasonido, mucho menos con tomografía.

Ante la desesperación de la familia. Kiskesabe, asalariado de una institución, propuso enviar a la paciente a un hospital del DF, con el fin de aclarar el diagnóstico. El estado general de la paciente era bueno, a pesar de que había bajado algo de peso y tenía poco apetito; no había complicaciones agudas, sus signos vitales eran normales y facilitaba esperar los trámites burocráticos de envío a otra unidad que podrían ser de una o dos semanas.

Por lo anterior, Kiskesabe aclaró y explicó lo siguiente a la familia: coincido con el neumólogo y los colegas en que la radiografía es muy sugestiva de un cáncer de pulmón, pero me llama la atención que no sea fumadora. Esa imagen de la radiografía no es exclusiva de cáncer de pulmón puede corresponder a otras enfermedades y entre las más frecuentes tenemos a la tuberculosis, frecuente aquí en la región. Creo que su caso podría tratarse de una tuberculosis, que se puede confundir con cáncer. La mayoría de los casos de cáncer de pulmón son fumadores, y una minoría no lo son. También es cierto que la mayoría de los fumadores no mueren de cáncer de pulmón. Les aclaro, que con esa radiografía y la edad, si se confirma un cáncer, el pronóstico es fatal a corto plazo aunque se opere, se le indique radio o quimioterapia. El cáncer de pulmón avanzado tiene mal pronóstico. Tomando en cuenta que las posibilidades de que su mamá tenga un cáncer de pulmón son mínimas porque no es fumadora, en tanto se envía a la ciudad de México, propongo que iniciemos un tratamiento para tuberculosis. Insisto, estoy de acuerdo con el neumólogo en que si es cáncer, hágase lo que se haga el pronóstico es fatal. Pero como no hay un diagnóstico seguro, no estoy de acuerdo con el neumólogo en desahuciarla y no hacer nada. Propongo que iniciemos tratamiento para tuberculosis, tomando en cuenta que es más frecuente que el cáncer y que si responde a los antibióticos confirmaría cien por cien, el diagnóstico de tuberculosis y desecharía con seguridad el de cáncer. Además el tratamiento para tuberculosis no le causará ningún daño colateral, la curaría al cien por cien y no empeoraría si es cáncer. Un cáncer de pulmón no va a responder al tratamiento para la tuberculosis. Por otra parte, si se probara un tratamiento con quimioterapia o radioterapia para cáncer de pulmón, es poco probable que responda si es cáncer. Pero los efectos colaterales de esa quimioterapia o radioterapia, serían desastrosos si es tuberculosis, esta empeoraría y avanzaría hacia otros órganos y entre la tuberculosis y otros efectos nocivos de la quimioterapia, moriría rápidamente.

Con esta explicación de Kiskesabe, la paciente y los familiares, esperanzados, aceptaron el tratamiento de inmediato, mientras se hacían los trámites para su envío. A los cinco días, emocionados, informaron que notaban mejoría porque la tos había disminuido significativamente y había recuperado el apetito. Dos semanas después, ya estaba autorizado el envío, la paciente iba mejor y solicitó otra radiografía, se comparó con la previa y aquella masa muy densa y opaca había disminuido de tamaño y densidad, lo que confirmaba una mejoría significativa, confirmando la tuberculosis y tentativamente desechando el cáncer. Ningún cáncer de pulmón mejora con esos medicamentos. Ya no fue necesario el envío a la unidad de neumología. A los tres meses la lesión desapareció por completo y un año después se dio de alta.

Hace algunos años, acudió a consulta privada un familiar de esa paciente, me informó que murió a los 85 años de edad, 25 años después de haber sido desahuciada. A quien desahuciaron en ese mismo hospital, unos años después de resolver satisfactoriamente ese caso, fue a Kiskesabe, “por elemento gacho”, fue despedido, por los mismos médicos que desahuciaron a la paciente con tuberculosis.