Insomnio, dormilones y adictos.

_Usted es mi última esperanza Doc Kiskesabe. A pesar de que tomo diferentes sedantes desde hace más de cinco años, recetados por mi psiquiatra, el Dr. Aki Tealoko. Últimamente no he podido pegar los ojos desde hace más de dos semanas. Quiero que me recete alguno de esos medicamentos nuevos y mejores para poder dormir. De plano no puedo dormir sin ativan, halcion o tafil. Recuerdo que al principio, hace cinco años, me daba miedo tomarlas, después me acostumbré y ahora me da miedo suspenderlas.

El interrogatorio de este hombre adicto a los sedantes, mostró que en realidad dormía de 8 a 10 horas de las 24 de un día. Para sus 70 años, dato confirmado por su esposa e hijas que lo acompañaban; estaba durmiendo más del promedio fisiológico normal necesario a esa edad, que varía de unas 5 a 7 horas. ¡Y solicitaba sedantes más potentes!

No cabe duda, este sujeto es un ejemplo del ejercicio de una medicina paradójica, en un mundo al revés. Eduardo Galeano, periodista y analista político, en su libro: PATAS ARRIBA, la escuela del mundo al revés, con un estilo sarcástico, irónico y pleno de paradojas, se refiere al temor globalizado como “la industria del miedo”: los que trabajan tienen miedo a perder el trabajo. Los que no trabajan tienen miedo de nunca encontrar trabajo. Los automovilistas tienen miedo de caminar y los peatones tienen miedo de ser atropellados. Miedo de la mujer a la violencia del hombre y miedo del hombre a la mujer sin miedo. Miedo a los ladrones, miedo a la policía. Miedo a la multitud, miedo a la soledad; miedo a lo que fue y a lo que puede ser, es decir, miedo al pasado y al futuro inexistentes. Los sanos tienen miedo a enfermarse, y los enfermos tienen miedo a tomar medicamentos para curarse. Miedo a no despertar al tomar pastillas para dormir y miedo a no dormir si no se toman pastillas para dormir.

Médicos y pacientes tiene la idea fija y errónea de dormir forzosamente 8 horas y para lograr tal objetivo, recurren a los sedantes. Es tan imposible como querer mantener la presión arterial fija en 120/80.

¿Cuántos desvelados y dependientes de los sedantes conocen estas cifras de la cantidad de sueño necesario?

La adicción a los sedantes es un problema sociocultural, no recibimos una educación reflexiva y sistémica. Repetimos y recitamos las guías médicas cual recetas de cocina y se simplifica la prescripción: insomnio= sedantes.

Para atacar al insomnio sin sedantes debemos de tomar en cuenta algunas recomendaciones tratando de educar a los insomnes en la higiene del sueño:

Acostarse a la misma hora todas las noches. Tratar de levantarse también a la misma hora en las mañanas. NO HACER siestas en el día. Evitar ruidos y luz al acostarse a dormir. NO permanecer demasiado tiempo en la cama mientras se esté despierto; si no logra conciliar el sueño después de 15 o 20 minutos, levántese y realice alguna actividad placentera, por supuesto sin molestar a su familia o vecinos y regrese a la cama cuando tenga sueño. Conviene realizar ejercicio de preferencia en las tardes unos 30 minutos de trote o caminata u otro de su agrado. NO ver televisión, usar la computadora o un dispositivo telefónico en la cama; los cambios de intensidad de la luz de las pantallas y los ruidos bruscos de una balacera de una película, estimulan al cerebro subliminalmente y lo estresan aunque usted esté dormido. Evitar los excesos de alcohol, aunque un tequila doble puede relajarlo, si se pasa de dosis puede echar relajo. Evitar el café o estimulantes por las tardes y noche. Evitar por la noche algunos medicamentos para el resfriado y anfetaminas para adelgazar, pueden provocar el insomnio.

No se olvide de llevar un registro escrito de las horas dormidas en 24 horas, incluyendo las siestas diurnas. Es la mejor forma de verificar la cantidad de sueño diario y en esto pueden ayudar los familiares.

Además hay que tratar enfermedades como el hipertiroidismo, dolores físicos de diversas causas que también producen insomnio.

Y atención: los estados depresivos pueden alterar la calidad del sueño. En otras palabras, el insomnio no es exclusivo de los estados de ansiedad puros. Es esencial conocer lo anterior para prevenir errores en el tratamiento farmacológico del insomnio causado por depresión, con sedantes, por cierto, un hecho muy frecuente. Los sedantes para el tratamiento del insomnio provocado por la depresión, nada más lo hacen dormir pero lo mantienen o lo hunden en la depresión.

El insomnio se debe tratar con medidas higiénicas o fármacos, cuando la cantidad de sueño no es suficiente para mantener el equilibrio y el desgaste que provoca agotamiento físico y emocional con desconcentración mental que dificulta la realización de actividades cotidianas hogareñas, laborales, sociales, deportivas y sobre todo si interfiere en la conducción de vehículos, entre otras alteraciones.

Conviene repasar las recomendaciones para la higiene del sueño, dependen en gran parte del conocimiento de las posibles causas mencionadas en párrafos previos:

Recuerde una esencial; la cama debe ser utilizada para dos cosas: para dormir o para las actividades sexuales. Nada más. Obviamente, no hay ningún impedimento si alguien desea realizar el sexo en el coche, en la alfombra, la cocina la hamaca, el columpio o en el sofá.

¡Y cuidado con las benzodiazepinas y otros sedantes para el insomnio! Nomás lo hacen dormir, pero no resuelven el problema esencial.