Hermafroditismo o intersexualidad.

El desarrollo y la diferenciación sexual inicia en la vida fetal, continúa en la adolescencia y la etapa inicial de la vida adulta, en que se alcanza la madurez sexual y la capacidad reproductiva. Es posible dividir los factores determinantes de dicho desarrollo en tres componentes decisivos: sexo cromosómico, sexo gonadal(determinación sexual) y sexo fenotípico (diferenciación sexual). Esto significa que la anatomía y fisiología de un hombre o una mujer están bien diferenciados como tales por factores genéticos y hormonales. En otras palabras: si un animal camina como pato, caga como pato y grazna como pato, pues es pato.

Las tendencias o las preferencia sexuales, las dicta principalmente el ámbito psicosocial y la adolescencia es la etapa crucial para definir esas tendencias.

Hay otros trastornos del desarrollo sexual un tanto independientes de la homosexualidad y determinados genética y hormonalmente.

Hermafroditismo es un término griego antiguo, deriva de Hermes, dios de la sexualidad masculina y Afrodita, diosa de la sexualidad, el amor y la belleza femeninas. Son personas en las cuales los órganos sexuales anatómicos no estas completamente diferenciados, se encuentran en “término medio”.

Intersexualidad, es el nombre actual del hermafrodismo. Se trata de un trastorno genético, es un grupo de afecciones donde hay una discrepancia entre los genitales internos y externos: testículos y ovarios.

La intersexualidad, muy rara, se divide en cuatro tipos principales:

La persona tiene genotipo o cariotipo femenino 46 XX (sexo genético), es decir, los cromosomas de una mujer, los ovarios de una mujer (sexo gonadal), pero los genitales externos son de apariencia masculina (fenotipo). En estos casos, el feto estuvo expuesto a hormonas masculinas en exceso antes del nacimiento (sexo hormonal). Los labios mayores de los genitales externos femeninos se fusionan y el clítoris se agranda para semejar un pene. Estas personas generalmente tienen un útero y trompas de Falopio normales. A esta afección se le llama 46,XX con virilización y antiguamente seudohermafroditismo femenino.

La intersexualidad tipo 46 XY, tiene cromosomas de hombre (genotipo) pero los genitales externos no se han formado completamente, son ambiguos o claramente femeninos. Internamente los testículos pueden ser normales, estar malformados o ausentes.. Se le llamaba seudohermafroditismo masculino.

Hay otras dos anomalías en el desarrollo sexual con anomalías en los genes.

Uno es el Síndrome de Klinefelter con 47-XXY, (normal 46-XY para el hombre o 46-XX para la mujer). En estos casos la persona tiene testículos pequeños, infertilidad, ginecomastia (mamas grandes) y virilización incompleta con disminución del vello axilar y facial, disminución de la libido (impulsos sexuales) con apariencia de eunucos y predominan los estrógenos. Su incidencia es de menos de un caso por mil varones.

Pero se sabe que en promedio un 75% de los casos del síndrome de Klinefelter no son diagnosticados.

En estos casos el tratamiento con andrógenos puede lograr mejoría notable de la virilización y hasta formación de espermas viables para la fecundación. Obviamente si ingieren estrógenos aumentaran las características femeninas.

¿Serán estos casos, el argumento para afirmar y justificar que la homosexualidad es de origen genético y hormonal? ¡Cuidado con esta apreciación! Sería equivocada. Recordemos que la mayoría de homosexuales tiene características genéticas y hormonales bien definidas de hombre o mujer.

La otra alteración sexual genética es el síndrome de Turner, con cariotipo 45-X con anomalías congénitas en diversos órganos como el corazón y riñones e insuficiencia ovárica completa que se manifiesta porque no aparece la menstruación (amenorrea primaria o genética). Su incidencia es de 1 en 2500 mujeres. El tratamiento con estrógenos es más complicado por las anomalías en otros órganos.

Y he aquí una interrogante para reflexionar: ¿Tendrán estos enfermos gustos y deseos sexuales semejantes a los de una persona genética y hormonalmente normales? Recordemos que la orientación sexual consta de tres componentes: deseo, comportamiento e identidad, que si bien tienen una base biológica, dependen más del ámbito psicológico y cultural.