Homosexualidad 1.
Mucha controversia suscita la homosexualidad en todos los grupos sociales. Factores biológicos, históricos, antropológicos, psicológicos, religiosos y socioculturales influyen en esa controversia.
Por siempre la homosexualidad se ha considerado como un fenómeno anormal, ya como una perversión sexual, como enfermedad o como un gran pecado para los religiosos. Hoy, nos están vendiendo la idea, mejor dicho, regalando la idea de que la homosexualidad es completamente normal y genéticamente determinada.
Por lo anterior, en un foro como este de una columna de opinión, es atractivo pero muy complicado exponer un punto de vista hacia el público, aunque es muy simple contar con un punto de vista muy personal hacia ese fenómeno.
Es fácil decirlo y escribirlo, el meollo de la controversia es sobre si la homosexualidad es normal o anormal o en cuanto a sus causas, si es genética o adquirida socialmente.
Empecemos por el comienzo.
La orientación sexual se refiere a una tendencia de respuesta erótica o una atracción sexual por otra persona que si es del sexo opuesto, se dice heterosexual, en esto no hay debate “no hay tos”, porque biológica y socialmente se tiene como el patrón normal de las relaciones erótico sexuales en los seres humanos.
Y en esto, parece que no debe haber “machomenos”, ni medias tintas: macho y hembra con sus connotaciones biológicas y sociales. El día y la noche o polo positivo o negativo. Y recuerdo desde la primaria, conceptos básicos de física: polos opuestos se atraen, polos iguales se repelen. El universo en su totalidad esta regido por leyes matemáticas y físicas y a esto no escapa la biología ni los seres vivientes, ni las relaciones sexuales.
Ahora bien, visto así y si consideramos hembra y macho como polos opuestos y aplicamos esa ley universal, surge una interrogante ¿Es normal la homosexualidad? Parece que la respuesta debe buscarse sin connotaciones ni prejuicios, científicos, religiosos ni políticos “”, que no es lo mismo que politiqueros.
Si una persona tiene atracción erótico sexual por una persona del mismo sexo, es homosexual. Esto rompe la ley física de que polos iguales se repelen. Pero una misma persona puede ser heterosexual y homosexual, según las circunstancias. A estos se les llama bisexuales en cuanto a la atracción erótica ambivalente, aunque genética, anatómica y fisiológicamente (hormonal) estén dotados con órganos sexuales masculinos que ya quisieran tener, algunos que se consideran machos muy machos.
La orientación sexual consta de tres componentes: deseo, comportamiento e identidad. Con esto se debe aclarar si el homosexual nace o se hace, es decir, dónde están los orígenes de la homosexualidad. Los deseos, el comportamiento y la identidad son fenómenos humanos de usos y costumbres, más sociales que biológicos. De acuerdo con esto, el homosexual con genética anatómica y fisiológica de hombre o mujer, se hace.
Si alguien afirma que es de origen biológico puro, es decir que se nace homosexual, parecería tener razón pues el deseo, el comportamiento e identidad, y todas las funciones superiores derivan de funciones neurobiológicas determinadas en la estructura y el desarrollo del sistema nervioso, obviamente heredado en los genes. Visto así, todo lo que somos, pensamos, padecemos o hacemos es genético. Este sería un enfoque simple, limitado y reduccionista del fenómeno humano. Quien piense así, ya no tiene necesidad de seguir leyendo.
Pero ya Aristóteles, nos decía que el hombre es un zoon politikon, es decir, un animal político, un animal social.
¿Más animal que social? Puede ser.
Quien piense que el hombre es nada más social, tampoco tiene necesidad de seguir leyendo. El hombre es biológico y social. No puede ser puramente biológico, ni puramente social.
Siguiendo con el razonamiento de Aristóteles que concibe al hombre como biológico y social, parecería que es más fructífero preguntarnos si las diferencias en la orientación y las preferencias sexuales, reflejan esencialmente diferencias en experiencias sociales, diferencias en factores biológicos o en ambas.
Esta sería una visión sistémica del fenómeno humano. El cosmos como macrosistema, formado de microsistemas, entre ellos el hombre inserto en el cosmos, lo social como sistema inserto en el cosmos, el hombre como ser social interactuando y concatenado a todos los fenómenos del universo. El hombre, un microsistema social y un macrosistema en relación al cerebro, al corazón o a los órganos sexuales fungiendo como microsistemas del hombre. Todo interrelacionado. Con este enfoque, no habría duda, lo genético biológico interactúa con lo social. Esto es dialécticamente real.
Creo que esta es la clave para entender el fenómeno de la homosexualidad, por supuesto que es biológico y social, el dilema esta en deducir que factores predominan en sus orígenes. Esto es semejante al dilema: que fue primero, el huevo o la gallina, cuya respuesta esta en la forma filosófica que se responda a la pregunta: que es primero, la materia o Dios.