Diabetes esteroidea yatrógena.
En general la diabetes es causada por diversos factores, por eso se considera multifactorial, ya que en su inicio y evolución se combinan tanto agentes biológicos como socioculturales y ambientales. Cierto es que, cerca del cien por cien de los enfermos pertenecen a la categoría en cuyo desarrollo dela enfermedad los factores genéticos son los predisponentes fundamentales.
Sin embargo, existen algunos casos de diabetes en los cuales esta enfermedad es causada directamente por las acciones médicas farmacológicas en las que puede o no establecerse responsabilidad censurable hacia el médico. Veamos un ejemplo.
Hace varios años, una paciente con diagnóstico seguro de LUPUS ERITEMATOSO SISTÉMICO que se caracterizó por vasculitis o inflamación de todas las arterias del cuerpo, causando síntomas variados, como artritis, fiebre, lesiones de piel, riñones, pulmones, corazón, sangre, hígado, bazo, alterando la coagulación y disminuyendo las defensas inmunológicas para las infecciones, confirmado por pruebas inmunológicas como la determinación de células LE (lupus eritematoso) y anticuerpos antinucleares, las cuales fueron positivas, fue sometida a tratamiento con uno de los tantos derivados de la cortisona, en este caso la PREDNISONA (nombre genérico) cuyo nombre comercial más conocido es el METICORTÉN, la cual entre los múltiples efectos nocivos que produce, con dosis altas, más de 20 mg y por tiempo prolongado, es la diabetes sacarina. Puesto que es el tratamiento de elección en la citada enfermedad, a esta enferma le era indispensable el uso de la prednisona, ya que era el único que la mantenía libre de la sintomatología del lupus eritematoso el cual la incapacitaba para su trabajo como secretaria de una empresa y en sus labores hogareñas.
La prednisona la rehabilitó a dichas actividades durante varios años al controlar las molestias del lupus, con el precio de tener que recibir tratamiento para controlar la diabetes causada por este fármaco, entre otras complicaciones, como retención de líquidos, hipertensión arterial, osteoporosis, facilitar infecciones.
La DIABETES en este caso es ESTEROIDEA porque es desencadenada por la prednisona (esteroide) y YATROGENICA, porque a la prednisona la indica un médico, no hay negligencia porque el médico cumplió con el requisito de informar, el paciente dio su consentimiento informado que puede ser verbal o escrito, en este caso fue solo verbal pues existe crédito a la palabra entre médico y paciente.
¿En qué momento existe responsabilidad imputable al médico en estos casos en que la decisión de prescribir tal o cual fármaco, produce otros daños diferentes a los que el enfermo ya tiene?
Existen varias posibilidades:
Que el médico esté seguro del diagnóstico pues ha cumplido con todos los requisitos clínicos, de laboratorio y gabinete para certificar la enfermedad y no tiene la menor duda. Conoce y tiene experiencia de todas las posibles alternativas de tratamiento y posee perfecta conciencia de los riesgos y beneficios de los fármacos que piensa utilizar. Para tomar la decisión, además, imaginariamente coloca en una balanza y pesa el riesgo para el enfermo CON y SIN tratamiento. Si el médico esta seguro que sin tratamiento a un enfermo, el riesgo de muerte es casi de cien por cien y con el medicamento elegido existe un buen porcentaje de controlar la enfermedad, y con ello mejorar la cantidad y calidad de vida con plena conciencia de prever las complicaciones propias del medicamento y tener plena conciencia de cómo evitarlas, retardarlas o contrarrestarlas, un médico que actué en esta forma, esta libre de responsabilidad profesional y no se le puede catalogar de negligente o incompetente, SIEMPRE Y CUANDO cumpla con otro requisito IMPRESCINDIBLE: Informar, orientar, educar, sensibilizar a plenitud a enfermo y familiares para que otorguen su CONSENTIMIENTO INFORMADO de la decisión de iniciar un tratamiento potencialmente peligroso.
En una relación así, es poco probable que surjan reclamaciones por parte del enfermo en caso de haber complicaciones como la diabetes que presentó la paciente con lupus eritematoso, consecuencia de la prednisona, inevitable para controlar la enfermedad principal y mejorar la calidad de vida. La enferma estaba informada y aceptó el riesgo. El médico prevé, detecta, trata y controla la diabetes tempranamente e impide provocar mayor daño y la relación médico-paciente es armoniosa.
Por otra parte, existen médicos que tienen mucha experiencia y amplios conocimientos teóricos y prácticos de alguna enfermedad, de sus complicaciones, así como de los riesgos de los medicamentos que prescriben, pero tienen deficiencias en la comunicación y omiten una información objetiva, clara y precisa, corren el riesgo de reclamaciones por parte de los enfermos ya que estos tienen el amplio derecho a la información para que sea válido el consentimiento informado. No cumplir con este requisito, aunque el médico se considere una “lumbrera” o una “eminencia”, puede ser señalado de negligente por falta de cuidado.
El tercer escenario, muy frecuente, es cuando se prescriben medicamentos muy tóxicos como los derivados de la cortisona, sin un diagnóstico seguro y por tanto se ordena “para ver que sale”, no se informa al enfermo de los riesgos, ya sea porque el médico también los ignora o porque omite orientar en caso de conocerlos. Una acción médica así, tiene un alto grado de responsabilidad y peligro para el enfermo puesto que en estos casos, ni el médico ni mucho menos el enfermo están preparados para detectar los efectos tóxicos farmacológicos. Sin embargo, no es sorprendente que en la práctica diaria de la medicina, existen pacientes muy sagaces que sin ser médicos detectan los efectos tóxicos de muchos de los medicamentos que les indican y aun en contra del criterio del doctor, deciden acertadamente suspender el tratamiento, pero estos son los menos, la mayoría de los enfermos siguen las indicaciones hasta que algún medico detecta la intoxicación, lo que no siempre sucede.