Médico 17 vs médico 111. 2
Una etiqueta o hashtag, del inglés hash= almohadilla o numeral y tag= etiqueta, es una cadena de caracteres formada por una o varias palabras concatenadas y precedidas por una almohadilla o gato (#) con el fin de que tanto el sistema como el usuario la identifiquen de forma rápida. Esta etiqueta indica un mismo tema sobre el que cualquier usuario puede hacer un aporte u opinión personal. Es una forma de comunicación e intercambio de ideas, masiva e inmediata.
Prueba de lo anterior es la manifestación de: #yo soy médico 17. Acusaron de negligencia a 16 médicos pediatras especialistas de Guadalajara, giraron órdenes de aprensión. A un médico pediatra se le ocurrió convocar una manifestación de apoyo a esos médicos con el #YO SOY MEDICO 17, es decir “soy médico y puedo ser el siguiente, después de esos 16, en ser enjuiciado” por lo tanto, debemos defenderlos porque podemos ser el siguiente, el # 17. Esto significa: si ves las barbas de tu vecino recortar, pon las tuyas a remojar. O este otro: en la casa del jabonero, el que no cae resbala, hay que defender a estos colegas porque también podemos resbalar. Hay que amarrarnos el dedo antes de cortarlo.
Lo incongruente de estas consignas es que hay que defender a esos colegas, incluso sin saber si son inocentes o culpables de mala praxis, negligencia o incompetencia profesional. Personalmente pienso que esta posición no es moralmente válida, por el riesgo de apoyar o solapar posiblemente la negligencia médica, pisoteando el principio esencial del quehacer médico: primero no dañar. Debemos actuar por convicción, no por imposición del fenómeno mediático de comunicación masiva enajenante, el cual logra que la gente se deje arrastrar por la vorágine de la masa.
Y afirmo esto porque en ninguno de los más de 100 opiniones que he leído en la red, en la cual la mayoría son médicos, ninguno manifiesta conocer y saber si esos médicos acusados son inocentes o culpables de negligencia, incluso un comunicado abierto en la prensa como el del colegio de médicos internistas de Monterrey, del 18 jun. 14, en uno de sus párrafos dice:
“No conocemos en detalle los pormenores de este caso médico legal y no estamos capacitados para opinar al respecto, lo que si podemos decir al escuchar la versión de la parte acusadora, mediante un video en YouTube titulado: “Por fin se hizo justicia en el IMSS,” es que nos parece un caso muy preparado y armado, considerando las fotografías que se presentan en el video y que no es realmente posible que haya negligencia de dieciséis médicos en un solo caso.” http://comine.mx/yo-soy-17-boletin-informativo/
¿Opinión visceral de un padre que pierde a un hijo? ¿Apoyo visceral a los 16 médicos acusados? Juzgue usted. Y que quede claro: la solidaridad familiar, entre amigos y colegas es un valor humano inapreciable.
Pasando al aspecto médico del caso en cuestión. El dolido padre, menciona que se puncionaron ambas venas subclavias y perforaron la pleura, siendo necesaria la aplicación de un drenaje (sello de agua) en uno de los pulmones. La vena subclavia retorna la sangre del brazo hacia el pulmón, su nombre indica que se localiza debajo de la clavícula y pasa inmediatamente por encima del vértice de cada pulmón, sigue su trayecto hacia el cuello donde se une a la vena yugular externa formando la vena braquiocefálica que desemboca en la vena cava superior y esta en la aurícula derecha del corazón.
La punción venosa de la subclavia se utiliza para colocar un catéter directamente en la aurícula derecha y de esa forma medir la presión venosa central directamente en la aurícula derecha, esto en pacientes en estado crítico, ya por septicemia, infarto cardiaco y otros estados agudos. También se utiliza para aplicar quimioterapia en algunos tipos de cáncer, o para alimentación parenteral en problemas digestivos, entre otras indicaciones.
Las complicaciones son comprensibles: hemorragia interna si se perfora la vena, hemotórax (sangre en tórax) o hemotórax (aire en la pleura) que colapsa el pulmón, también por perforación. Estas complicaciones se deben a la relación muy estrecha de la vena subclavia con el vértice del pulmón. Si se presentan estas complicaciones es necesario drenar el aire o la sangre o ambas, de la pleura para lo cual se coloca un catéter directamente a la cavidad pleural. Todo lo anterior conlleva el riesgo de infección e incluso de muerte por septicemia. Además, se puede provocar embolia gaseosa, lesión arterial y de la aorta con peligro de muerte. Se necesita mucha experiencia para puncionar la vena subclavia sin perforación.
Y de lo anterior surgen algunas interrogantes.
El filósofo de Güemez nos dice: casarse una vez es candidez, casarse dos veces es pendejez. ¿Aplica este proverbio en la punción accidental de los dos pulmones en este caso?
Uno de los derechos de los pacientes es: recibir información suficiente, clara, precisa, oportuna y veraz respecto al diagnóstico, tratamiento, riesgos y complicaciones relacionados con sus males. ¿Cumplieron los 16 médicos, exactamente y a satisfacción este derecho de los pacientes? No se sabe.
Otro de los derechos de los enfermos es: otorgar su consentimiento informado para procedimientos como los realizados en este caso. Esto lo valida el haber cumplido el derecho previo de información suficiente.
Insisto, sin estos y otros elementos del caso, es muy difícil exponer una opinión objetiva e imparcial, cayendo en lo visceral, como sucede con la casi totalidad de las opiniones de médicos y pacientes, diseminadas en la red. Ya sabemos lo de médico 17 ¿Porqué lo de médico 111? El filósofo de Güemez tiene la respuesta.
Continuará…