Diabetes y hemoglobina glicosilada.

Algunos diabéticos, sufren, injustificadamente, con las cifras de hemoglobina glicosilada. Veamos porqué.

La prueba de hemoglobina glicosilada o glucosilada sirve para indicar si la diabetes ha estado controlada en los dos o tres meses previos a su medición.

Ejemplo: si hoy, un diabético, tomando determinada dosis de medicamento, tiene alrededor de 130 miligramos de azúcar en ayunas, significa que en el momento está bien controlado con esa dosis. Si al mismo tiempo de medir el azúcar se mide la hemoglobina glucosilada y se encuentra por ejemplo en 6% (normal menos de 6%), significa que en los meses previos el azúcar estuvo alrededor de los 130 miligramos.

¿Cuál es la conducta a seguir en un caso así? Continuar la misma dosis, puesto que el azúcar actual de 130, indica un buen control en ese momento y la hemoglobina glicosilada normal de 6% indica que en los dos o tres meses previos, también tenía alrededor de 130 miligramos.

Otro ejemplo: cifra de azúcar actual de 130 y simultáneamente hemoglobina glucosilada elevada a 8%. Igual que el caso anterior: seguir la misma dosis. La hemoglobina glucosilada de 8% sugiere que el azúcar en los meses previos estuvo elevada alrededor de 200 miligramos.  ¿Qué pasaría si en este ejemplo aumentamos la dosis para controlar la hemoglobina glucosilada? La respuesta parece fácil de deducir: bajaríamos peligrosamente el azúcar porque el medicamento actúa en pocas horas sobre el azúcar, pero actúa en semanas sobre la hemoglobina glucosilada.

OJO, de lo anterior se deduce otra conclusión: la responsable directa de los síntomas del azúcar alta o baja, es el azúcar, no la hemoglobina glucosilada.

Otro caso: un diabético con azúcar elevada a 200 y hemoglobina glucosilada elevada a  9%, sugiere un descontrol presente y durante los tres meses previos con azúcar de 200 a 250 miligramos. ¿Qué hacer en este caso? Aumentar la dosis del medicamento para mejorar el control del azúcar.

Y si un paciente tiene elevada el azúcar a 200 miligramos en el presente y la hemoglobina glucosilada normal de 6% o menos, significa que en los dos o tres meses previos el azúcar estaba bien controlada, alrededor de 120 o 130 miligramos de azúcar y que la elevación a 200 miligramos se produjo en días previos. ¿Qué hacer en estos casos? Investigar porqué el descontrol agudo: ¿abuso en alimentos, estrés físico, químico o emocional, interferencia de otros medicamentos, avance de la enfermedad o por haber interrumpido el medicamento? De acuerdo con la posible causa o causas, actuar para corregir los factores que influyeron en ese descontrol reciente y en caso necesario aumentar la dosis de medicamento. OJO: si en este ejemplo, aumentamos la dosis del medicamento sin investigar los posibles factores de descontrol, podemos provocar bajones bruscos y peligrosos del azúcar. Lo digo porque lo creo y lo veo.

Y si un diabético tiene 60 miligramos de azúcar en el presente, con sensación de sudoración fría, decaimiento, debilidad intermitentes y su hemoglobina glicosilada esta elevada a 8%. Significa que está presentando síntomas actuales de azúcar por debajo de lo normal, aunque en los dos o tres meses previos su azúcar era elevada de alrededor de 200 miligramos. ¿Qué hacer en este caso? Hay que disminuir la dosis del medicamento pues corre riesgo de bajón brusco de azúcar (hipoglicemia) con desmayo y caída con peligro de golpe en la cabeza, hemorragia subdural y muerte.

_¡Pero! ¿Cómo doctor Kiske? Si mi hemoglobina glicosilada está alta. ¿Porqué me dice que debo disminuir el medicamento?. El endocrinólogo me solicitó este estudio.

Me cuestionó un alarmado y desorientado diabético, al sugerirle que disminuyera la dosis de su medicamento.

_Pues porque los síntomas que usted tiene son por disminución del azúcar, la cual por momentos ha de bajar a menos de 50 miligramos, no por la hemoglobina glicosilada. La hemoglobina glicosilada por si misma no produce ningún síntoma específico.

_Entonces ¿Para qué sirve la hemoglobina glicosilada?. _Cuestionó un tanto agresivo.

_En mi opinión, para dos cosas: para desenmascarar a los diabéticos que se engañan y quieren engañar que se han cuidado su azúcar en los tres meses previos, aunque su azúcar en el presente esté normal y dos: para enriquecer a los laboratorios y médicos pues una medición de azúcar le cuesta 50 pesillos y medir la hemoglobina glicosilada le cuesta seis veces más, es decir, unos 300 pesos, si bien le va. Personalmente , no coincido con los colegas que utilizan este estudio para vigilar a los diabéticos pues finalmente es la cifra de azúcar el pivote de la vigilancia. Además, la medición de la hemoglobina glicosilada no está aún estandarizada pues la medición se hace con más de 30 métodos diferentes en cada laboratorio, lo que propicia errores y cifras diferentes en el mismo paciente. _Oiga, Doc Kiske, pero a mi me dijeron que con mantener normal la hemoglobina glicosilada se vigilan y previenen las complicaciones de la diabetes: la retinopatía, el daño renal, el pie diabético la neuropatía. _Cuestionó incisivamente mi paciente.

_Lo mismo se logra con mantener el buen control del azúcar ya que mantener la hemoglobina glicosilada normal, depende de mantener la glucosa en sangre normal. La hemoglobina glicosilada indica que la glucosa ha permanecido adherida a la hemoglobina de los glóbulos rojos durante 90 o 120 días previos

 En pocas palabras: en la toma de decisiones terapéuticas y en la relación costo beneficio, centradas en el beneficio del diabético, la hemoglobina glucosilada no ayuda en gran medida. El pivote en la vigilancia y cuidado de un diabético,  sigue siendo la cifra seriada de glucosa.

Esta es una de sus principales desventajas. En resumen, la hemoglobina glicosilada nos habla del pasado de un diabético, y filosóficamente: “ya lo pasado, pasado, no me interesa”. Así nos canta José José.

     Y a usted: ¿Le interesa el pasado?