Falsa menopausia.

En la época actual, a la menopausia, una etapa normal de la vida, le han atribuido algunas molestias que no son exclusivas de ese cambio hormonal: los bochornos, mareos, cambios en el carácter. Esto síntomas pueden presentarse en diversas circunstancias, principalmente en estados de ansiedad. El desconocimiento de lo anterior, puede producir errores de diagnóstico y tratamiento empeorando la calidad de vida psicológica y económica de las pacientes y sus familiares. Le sucedió a una mujer adulta relatando lo siguiente:

_Doctor, vengo a que me confirme si debo seguir tratamiento para mi menopausia ya que desde hace varios meses me he sentido mareada, consulté a un médico y me dijo que era por la menopausia. Estoy tomando hormonas pero yo sigo igual. Mire, yo lo que siento es mareo y dolor de cabeza. Otro médico me dijo que era la migraña. Me dio calmante del dolor y por momentos se me calma pero luego me vuelve el dolor. Entonces no sé si está bien que siga tomando tratamiento para la menopausia. _De esta forma la paciente narró su sintomatología para la cual recibía tratamiento hormonal.

Enseguida se hicieron algunas preguntas con el fin de confirmar si ya estaba en la edad de la menopausia ya que por el aspecto, no denotaba más de 40 años de edad:

_¿Cuántos años tiene de edad?.

_Tengo 35 años Doctor.

_¿Sus reglas o menstruaciones son normales todavía o ha notado algún cambio, por ejemplo, retraso, o que sean más escasas o muy abundantes?. –Cuestioné, puesto que uno de los datos fundamentales para establecer el diagnóstico de menopausia son los cambios en la menstruación.

_No. Doctor. Mi regla es normal, cada 28 días y no he notado ningún cambio de esos que me dice. Ni bochornos he sentido, dice la gente que la menopausia da bochornos. Tampoco soy enojona doctor. Dicen que con la menopausia se vuelve uno enojona. Yo ni siquiera eso he notado.

_Con estos datos de su menstruación, parece que la menopausia no es la causa de  su mareo y dolor de cabeza. La menopausia se caracteriza principalmente por los cambios en las menstruaciones y la edad de presentación más frecuente es entre los 40 y 50 años de edad. Usted apenas llega a los 35 años. Tampoco por edad es posible sostener o afirmar que usted padece de la menopausia. Con estos datos se puede asegurar que por el momento no amerita que tome medicamentos para la menopausia. Vamos a investigar otras posibles causas de su mareo y su dolor de cabeza diferentes a la menopausia. En ocasiones la ansiedad, enfermedades de los oídos, más raramente un tumor cerebral o parásitos en el cerebro pueden ser causa de mareos. También un simple tapón de cerilla en los oídos puede ser causa de mareo. Vamos a revisar su caso.

_¿Tiene sordera, dolor o supuración de los oídos, o vómito cuando le da el dolor de cabeza?

_No Doctor, nada de eso. Oigo bien y nunca me ha salido supuración de los oídos.

Se exploró a la paciente: su presión arterial era normal, sus oídos completamente limpios sin tapones de cerilla ni supuración que sugiriera infección de oído medio. El fondo de ojo fue normal lo que mostraba que por el momento no había datos para pensar en un tumor cerebral o parásitos en el cerebro que puede causar hinchazón del cerebro que se puede ver a través de la pupila.

Puesto que una de las causas más frecuentes de mareo y dolor de cabeza en adultos jóvenes es la tensión nerviosa propia de cada persona o como consecuencia de diversos factores externos como conflictos familiares con los hijos, el esposo, los padres o la suegra, se dirigió el interrogatorio directamente “al grano” para tratar de aclarar la, o las causas de las molestias de esta mujer que no tenía ni menopausia, ni datos de problema grave como un tumor cerebral.

_¿Tiene algún problema familiar o económico que le cause alguna preocupación?. No es necesario que me diga directamente lo que le preocupa si no lo considera necesario, solo quiero saber si hay algo que la preocupe.

_No doctor, no tengo ningún problema. Me siento muy tranquila. Mire no estoy nerviosa. Ni soy enojona. _Contestó no muy segura, mostrándome las  manos extendidas para demostrarme que no había temblor. Se inmiscuyó a su esposo en el interrogatorio al cual se le preguntó:

_Usted como esposo ¿Ha notado algún cambio en su carácter o cree usted que su esposa tenga alguna preocupación y que ella puede ser que no le dé importancia?. Se insiste en estas preguntas porque debemos investigar la causa de sus molestias. No es necesario que diga exactamente que tipo de preocupación y con quien la tiene. Solo interesa saber si hay algún conflicto.

_Bueno, sí Doctor. –respondió su esposo. _ En realidad sí. No te enojes vieja. El Doctor debe saber la verdad. Yo ya te he dicho que para mí tu problema es de nervios. Mire Doctor……..

El paciente hizo un relato preciso y con muchos detalles de dos conflictos: uno como consecuencia de una herencia, su madre falleció recientemente y no dejó testamento de sus pequeñas propiedades. El otro problema es con sus dos hijos. Están en la adolescencia y se sienten “Juan Camaney”. La madre no les puede decir nada porque se ponen respondones y su personalidad y carácter no le permiten manejar correctamente a sus hijos adolescentes. Como consecuencia de ambos problemas tiene una depresión nerviosa, causa de sufrimiento físico y mental ya que tan pronto el esposo empezó a recordar esos problemas, la paciente empezó a derramar lágrimas de dolor, dolor del alma, dolor de la dignidad, dolor de madre, dolor de hija, dolor humano.

En algunas ocasiones no se cuenta con la suficiente preparación o entereza para sortear los problemas que se presentan en la vida cotidiana. Los conflictos emocionales desgastan la energía cerebral y llega el momento en que el cuerpo no resiste y entra en crisis nerviosas que se pueden manifestar, simulando diversas enfermedades.

         De no lograr demostrar la o las causas de los males que aquejan a los pacientes, se puede atribuir las quejas a enfermedades inexistentes para las cuales se indican tratamientos inútiles y en ocasiones peligrosos.