Tubitos en las coronarias 5.
_Qué le cuento Doc Kiskesabe. Fui al Hospital Aky Shitematho, a buscar otra opinión, vi al Dr. Tipongo Mallita, con el fin de saber su opinión y el costo de mi cirugía de las coronarias. Son aproximadamente el equivalente a unos 20 mil dólares, don Coronancio, más lo que resulte. Me dijo. ¡Pasumecha! Doctor, no es usted carita, pero si carito. Le dije. Para mis recursos eso es muy caro, más de 200 mil pesos. Usted no se preocupe por el dinero. Señaló. Sentí que me animé porque me dije: Seguro me hará una buena rebaja y pagos de cuatro pesos en unas 50 mil semanas sin intereses y un 20% con cargo al monedero. No tiene porque preocuparse, don Coro, saliendo de la cirugía sus herederos pagaran la cuenta. ¡Usted cree Doc Kiske!. Eso me dijo ese doctor.
_Pues sí, si creo porque lo veo. Debe saber que la aplicación de esa malla en las coronarias tiene riesgo de muerte, mínimo, sí, de un 3%, pero es nada menos que la huesuda en persona y no se va a llevar al cardiólogo, sino a usted. Hay riesgo de un infarto del corazón durante la aplicación de la malla o de infarto del cerebro. Por otra parte. _Continué. _ Si sobrevive a la aplicación de la mallita (stent), todavía hay un riesgo de reestenosis de la arteria dilatada por la reacción de cicatrización natural del cuerpo, esto sucedía hasta en 50% de los casos cuando se dilataba la arteria con el globo, en 30% cuando se aplicaban las mallitas metálicas y hasta en el 15% de los casos actuales en que se aplica esa mallita impregnada de fármacos para tratar de bloquear la cicatrización y la reestenosis.
_Oiga Doc Kiske, disculpe que lo interrumpa. Nada de esto me han dicho. Seguro que aún hay más. ¿O no?
_ ¡“Ofcorse” Don Coro!. Digo, por supuesto, hay que utilizar nuestro hermoso idioma. Recuerde que la indicación clínica más frecuente de la operación coronaria percutánea es el dolor de pecho (corazón) que aparece a pesar del tratamiento médico óptimo, es decir hecho en México, por eso de que lo hecho en México está bien hecho. Sin embargo, en los pacientes con buena respuesta al tratamiento, es decir la angina de pecho estable sin dolor, esa intervención percutánea NO DISMINUYE la frecuencia de muerte o infarto del miocardio en comparación con el tratamiento médico óptimo ni alarga su vida en tiempo. Este es su caso por el momento.
_La confusión me queda perfectamente aclarada: Debo pensar en esa operación de la mallita si a pesar de cumplir con el tratamiento me empiezan a aparecer molestias, sino, pos no.
_Así es mi filósofo de Güemez. _ Dije. _Y aquí le van otros detalles. A lo mejor le dicen que esa intervención es efectiva para dilatar la arteria en un 95% de los casos y es “requetecierto” y cualquiera se anima a aceptar la operación. Conviene saber que la estenosis de esos vasos dilatados recurre en un 20% de los casos a los seis meses de realizada la dilatación con todo y mallita, con datos clínicos de dolor cardiaco que avisa un posible infarto por lo que nuevamente hay que dilatar esa arteria coronaria para colocar otra mallita. Eso dicen los libros como el Harrison, a lo mejor en realidad las cifras son más altas.
Y, como dice Martín Urieta: acá entre nos: ya se están viendo casos de enfermos adictos no a la verde, sino a las mallitas, con tres o hasta cinco de esos tubitos aplicados cada año. Por supuesto, en pacientes con billetes o sobre todo en algún hospital donde a lo mejor los confunden con “animalito de indias”. ¡Vaya usted a saber!
_¡Ah chincuales! Eso no lo sabía. No me lo dijo el Doc Tipongo Mallita. _Exclamó don Coro, abriendo no las coronarias, sino la boca y los ojos.
_Este riesgo obliga a ingerir intensivamente aspirina con otro medicamento llamado clopidogrel para “adelgazar la sangre” y prevenir que se coagule y obstruya la malla artificial colocada dentro de la arteria coronaria. Y viene otro riesgo, esa combinación de medicamentos puede provocar hemorragia de cerebro o de estómago con peligro de muerte por esa causa. Por el momento recuerdo algún caso de sangrado de estómago, debe haber más, no reconocidos por supuesto.
_¡Ah chis!. Y eso es lo que estoy tomando mientras me operan. Nos vemos en la próxima porque de seguro que aún tiene otros detalles, con eso de que Kiskesabe, lo que no sabe lo inventa. Y si no tiene que inventar, en la red me encontré dos páginas sobre cirugía coronaria, le dejo las ligas, por favor las revisa y me da su opinión.
http://www.revfinlay.sld.cu/index.php/finlay/announcement/view/378