Amibas y estreñimiento.

Con relativa frecuencia se presentan casos clínicos muy semejantes a la descripción siguiente: Un paciente adulto, sin importar sexo ni edad, se presentó a consulta quejándose de agruras, mal sabor de boca, dolor abdominal, náuseas y vómitos, mareos, sintomatología que comenzó 4 días después de tomar 4 tabletas diarias de un medicamento que se llama flagenase y otro llamado debridat 3 tabletas al día prescritos porque días antes se quejaba de dolor abdominal en “la boca del estómago”, de intensidad leve y tolerable. Le dijeron que podría ser por amibas y le ordenaron los medicamentos citados.

Se interrogó al enfermo y se encontró que padecía de estreñimiento crónico de varios años de evolución sin defecar  hasta por 4 días y cuando lo hacía sus deposiciones eran con esfuerzo, con “mojones duros y gruesos”, según descripción del enfermo, en ocasiones los mojones eran delgados. Esta sintomatología se modificaba por temporadas cortas en que evacuaba 4 a 5 veces al día, como si fuera diarrea con mucosidad pero sin sangre, en ocasiones excretaba pura mucosidad.

No había otra sintomatología digna de hacer notar por lo que se estableció el diagnóstico de COLITIS NERVIOSA Y ESTREÑIMIENTO CRÓNICO, como causa del dolor y GASTRITIS MEDICAMENTOSA YATROGENICA accesoria al flagenase que explicaba las náuseas el vómito y las agruras así como el mareo y parcialmente el resto de la sintomatología aguda del paciente.

Con eliminar el medicamento, breve orientación nutricional, medicamentos para las gastritis y para el estreñimiento, la sintomatología desapareció al siguiente día de tratamiento. Esto confirmó la impresión diagnóstica. Solo en caso de persistir la sintomatología se valoraría estudio radiográfico de estómago, colon o endoscopía digestiva para investigar otras posibles causas de sus alteraciones digestivas.

  Flagenase es el nombre comercial de un medicamento magnifico para las amibas, contiene dos sustancias: metronidazol y diyodohidroquinoleína. Sus efectos colaterales, primordialmente aparato digestivo se caracterizan por sequedad de boca, dolor abdominal, náusea y vómitos, disminución del apetito (hiporexia), mal sabor de boca (cacogeusia) o un desagradable sabor metálico. Síntomas parecidos origina la diyodohidroquinoleína. Se indica por 10 días, pero actualmente ya existen otros tratamientos de un solo día.

La amibiasis intestinal se caracteriza por evacuaciones diarreicas con sangre que el paciente en cuestión no mostraba. Por el contrario, padecía de estreñimiento, dato que no es compatible con amibiasis intestinal. Además, cuando se sospecha una amibiasis aguda, una prueba que se llama amiba en fresco en muestra de excremento es muy confiable para establecer si la causa de los síntomas son las amibas. La presencia de quistes de amibas, no es sinónimo de amibiasis aguda, este dato es importante para evitar confusiones diagnósticas y malos tratamientos. La presencia de quistes de amibas sin trofozoítos y por tanto, sin datos clínicos de amibiasis, sugiere que el sujeto es portador asintomático de amibiasis y no es obligado el tratamiento, a menos que sea un trabajador de la industria restaurantera (cocineros) para prevenir la contaminación de los alimentos.

Existen además, incontables enfermos que durante varios años les han indicado múltiples tratamientos para amibas y otros parásitos sin necesidad ya que la colitis nerviosa se caracteriza por remisiones espontáneas de tal manera que si  coinciden con cualquier tratamiento, a éste se atribuye la remisión. Al contrario, exacerbaciones que generalmente tienen relación con aumento del estrés cotidiano, por ejemplo, en los períodos de exámenes en los estudiantes, fin de cursos en los maestros, crisis económicas en los asalariados en general o conflictos maritales y familiares de distinta índole, se atribuyen a repetición de la amibiasis sin fundamento alguno.

Los síntomas de la colitis son variables en el tiempo y en intensidad: dolor abdominal de localización e intensidad inconstantes, flatulencia con distensión abdominal, eructos, flatos o vientos rectales, sensación de plenitud postprandial (después de las comidas), agruras o acedías que confunden con patología de estómago, dolor de cintura que confunde con enfermedad renal.

Casos clínicos así son muy frecuentes ya que una de las patologías usuales de dolor abdominal es precisamente el estreñimiento crónico o mal funcionamiento de intestino grueso, cuya sintomatología puede confundirse con amibiasis por lo que la prescripción del metronidazol en sus diferentes formas comerciales es abundante. Recuerdo que hace más de 20 años que salió al mercado este medicamento, no causaba tantos efectos colaterales. En aquellos lejanos tiempos se utilizaba hasta por 20 días seguidos en casos de amibiasis hepática (absceso hepático amibiano) casos muy graves. ¿Será que en el momento actual ha mermado su calidad y por tanto han aumentado sus efectos tóxicos?. Matemáticamente hablando, la toxicidad de un medicamento es inversamente proporcional a su calidad, o lo que es lo mismo: a menor calidad en su manufactura, mayor toxicidad.