Relación de pareja.

Hablar sobre cuál será la mejor forma de vivir en pareja es un tema que abre un abanico de respuestas, lo cierto es que no existe una receta mágica, se tiene que ir sintiendo y construyendo día a día, aprender de las dificultades y gozar de los momentos buenos “hasta que la muerte nos separe”…?

Las relaciones de pareja suelen comenzar como historias maravillosas en donde todo parece “dicen” color de rosa, no sé porque utilizamos el rosa para hablar de situaciones bellas, también puede ser azul cielo, o rojo carmesí, en fin, cuando se conoce a alguien que atrajo la atención, suele ponerse en juego una gama de técnicas de seducción para conquistar el corazón de la persona elegida.

Cuando se enamoran, él y ella procurarán sacar de sí las mejores herramientas o sea cualidades que poseen, y se esconden aquellos defectos que pudieran hacer que la pareja se desencantara, así que cuidan detalles de convivencia, recordando mentalmente momentos agradables. Esos detalles, fortalecen la relación, la nutre y aumenta el deseo de compartir el tiempo con esa persona en cuestión.

Al principio, cuando algo molesta, se deja pasar y se piensa “ahora que estemos juntos, le quitaré esa costumbre de… o le diré todo eso que me desagrada…” pero llega un momento, que la suma  de pequeños problemas, la rutina y esas  dificultades pueden deteriorar la unión y  traer consigo consecuencias que en ocasiones pueden resultar desdicha para ambos. Suele ocurrir entonces, que lentamente se pasa de revivir los momentos agradables a recordar continuamente los pleitos.

Habría que preguntarnos, ¿cómo le han hecho las parejas que llevan muchos años juntos?, una relación de 10, 20, o más años, no es garantía de felicidad eterna como en los cuentos de hadas, aun cuando veamos que esas parejas de 40 o 60 años de edad van tomados de la mano y sonrientes, seguramente no ha sido tan fácil lograr un equilibrio. En las encuestas psicológicas y la experiencia en mi trabajo terapéutico he visto que las parejas de muchos años han luchado y superado todo tipo de problemas, algunas más que otras, pero siempre con el propósito de estar mejor, no solo entre ellos, sino con su familia. Otras parejas no lo logran y deciden quedarse en el camino como parte de su tranquilidad individual.

Todos tenemos recursos para resolver y superar cualquier problema, como dicen, después de una noche obscura y tormentosa, siempre sale el sol. Podemos concluir que vivir en pareja no es tarea fácil, pero “Si” posible, construyendo día a día, enfrentando y resolviendo dificultades,  para ello es necesario el compromiso y trabajo de dos.