Médico 17 vs médico 111. 5

Cuando al estagirita, el filósofo Aristóteles, le hicieron notar que alguna de sus afirmaciones contradecían a las de su maestro y amigo Aristocles de Atenas, conocido como Platón, le atribuyen haber respondido: soy amigo de Platón, pero soy más amigo de la verdad.

Lo anterior nos enseña que hay un compromiso superior con la verdad por encima de intereses personales, un compromiso con la sociedad en el caso de los servidores públicos como nosotros los médicos, un compromiso incluso por encima de las relaciones de afecto (viscerales) entre colegas, un compromiso con los enfermos y por lo tanto, la atención médica debe centrarse o enfocarse hacia el enfermo, no hacia el médico.

Relacionado con las marchas del #yo soy médico 17, en apoyo a los 16 médicos acusados de mala praxis, encontré una nota en Excélsior del 23 jun 14, con algunos datos anexos a los comentados en las 4 entregas previas.

Reafirman que inicialmente el joven llegó prácticamente muerto al hospital cuestionado. Pero no se mencionan los datos clínicos ni signos vitales que justifiquen y nos demuestren la gravedad del caso. El reporte es escueto. También menciona que llegó en paro cardiorrespiratorio, pero no mencionan por cuanto tiempo estuvo en ese paro y no se aportan datos concisos, que justifiquen esa aseveración. Por tanto, no sabemos si se trató de una insuficiencia respiratoria aguda severa con o sin verdadero paro cardiorrespiratoria.

Luego dice: el equipo médico que lo atendió esa noche pudo resucitar al joven. Esto es loable pues para eso estamos entrenados en los hospitales y no debe considerarse como algo extraordinario, sino como una responsabilidad profesional humanista.

Por las condiciones graves, los médicos decidieron las ya comentadas punciones de la vena subclavia perforando accidentalmente ambos pulmones con lo cual el paciente empeoró pues se complicó con hemorragia interna en tórax siendo necesaria otra intervención para extraer esa sangre.

El haber salvado exitosamente al joven de un supuesto paro respiratorio, es una buena práctica médica, pero esta buena acción, no excluye, de posible mala praxis en las siguientes acciones o decisiones médicas, el haber puncionado los dos pulmones y sus nefastas consecuencias, por ejemplo.

Sigue la nota: días después, los médicos descubrieron que tenía falta de circulación sanguínea del intestino, le causó isquemia intestinal por lo que decidieron realizar varios cortes intestinales.

Pero no nos aclaran si esa isquemia intestinal tuvo relación con el asma, con las perforaciones de los pulmones o si se trataba de un proceso abdominal independiente del problema de tórax, no detectado al ingresar. Y aquí otra sospecha de mala praxis porque según el padre, no le dijeron un diagnóstico certero del problema abdominal.

Y finalmente la autopsia reporta que había tuberculosis intestinal.

Todo lo anterior ya ha sido comentado. Lo novedoso en esta nota es que los defensores de los médicos, el #yo soy médico 17, acusan automedicación pues el enfermo llego al hospital sin ningún control médico previo. La supuesta automedicación consistió en jarabe para la tos, paracetamol para la temperatura, y un antibiótico en cápsulas prescritos en la Cruz Verde ¿Fue o no automedicación?

En muchas de las opiniones y comentarios en la red se estigmatiza al padre del joven muerto, de no haber cuidado a su hijo, de abandono por las condiciones tan graves en que lo llevó al hospital, de no haber acudido a tiempo, incluso mencionan que tenía diabetes juvenil mal tratada (esto no lo menciona el padre) y que era muy obeso (90 kilos) y con estos datos arguyen que los acusados no tienen responsabilidad alguna. Es decir, acusan al padre de negligencia.

Bien dice el filósofo de Güemez: es de humanos errar, pero es más humano echarle la culpa a otro humano. Este es un fenómeno muy común. Desde que se inventaron los pretextos, se acabaron los…esos.

Si un paciente acude con un médico por primera vez, cualquiera sean las condiciones presentes de ese enfermo, en el momento de la consulta, haya visto o no haya sido visto a otros colegas, o a un brujo, haya sido medicado o automedicado, en otras palabras, “haiga sido como haiga sido”, el médico desde ese momento en adelante es el responsable del curso del padecimiento, es responsable si ese médico asume su responsabilidad y tiene libertad de decidir si lo atiende o no, ya porque se sienta limitado, o porque no es de su competencia o porque el hospital donde trabaja no le proporciona lo necesario para una buena práctica médica, debe decirlo a sus superiores e informar de esas limitaciones al enfermo y sus familiares.

Este es un enfoque muy personal, sujeto a controversias.

Si durante la entrevista descubre a su juicio y muy particular entendimiento una posible mala praxis previa de otros médicos, descuido por parte del enfermo o los familiares, cuando mucho debe dejar bien claro el estado en que se encuentra en ese momento y que esa posible mala praxis o descuido familiar pueden influir o complicar la evolución a partir del momento en que ese médico se hace responsable del caso, sin enjuiciar punitivamente al enfermo o sus familiares y a los médicos que lo atendieron previamente.

Pero, si cumple con estos requisitos de orientación amplia y completa y el caso se complica y no se obtienen los resultados deseados, no veo el motivo o razón de echarle la culpa al pasado, que ya no existe. Puncionar los pulmones durante la punción de la vena subclavia puede suceder en una persona sana, con enfermedad leve o muy grave, eso depende de la pericia de quien punciona, por supuesto, con sus excepciones, pues existen imponderables como las variantes de la anatomía de la vena subclavia, los huesos y los pulmones.

Los comentarios en la red están polarizados, con mucha pobreza cultural, irrespetuosa, agresiva e irreflexiva y se manifiesta un enfrentamiento entre médicos y pacientes, nada deseable para la buena práctica médica.

     Creo que los médicos, debemos ser más amigos de la verdad y siempre debemos buscarla. Tarea nada fácil.